En los exteriores de la Unidad Judicial adjunta al centro comercial Albán Borja, en el norte de Guayaquil, se dio una alarma por un supuesto objeto explosivo cerca de un vehículo. La alerta se registró pasadas las 08:45 de este martes 27 de agosto del 2024. 

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Hasta el lugar, llegaron agentes de la Policía Nacional cercando el perímetro y evacuando a trabajadores y visitantes del sitio.

Finalmente, a través de un comunicado de prensa, las autoridades desestimaron que la maleta abandonada estuviera llena de explosivos. "Ante la alerta de un presunto artefacto explosivo colocado en el centro comercial Albán Borja de Guayaquil, personal especializado de la Policía Nacional acudió al lugar y descartó la presencia de explosivos", informaron.

A las 11:00, de forma técnica, uno de los policías retiró una mochila desde atrás de dicho vehículo y la guardó en una bolsa plástica grande.

Adicionalmente, un can especializado olfateó las zonas aledañas a donde se encontraba el automotor, como jardineras y más estacionamientos.

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A las 11:10, los uniformados policiales quitaron las cintas amarillas con las que cercaron los extremos del área y se retiraron sin dar declaraciones. No efectuaron una detonación controlada, solo se llevaron el objeto.

Los funcionarios ingresaron nuevamente a las instalaciones, entre ellos el propietario de la furgoneta ubicada delante de donde quedó el artefacto. El hombre, quien prefirió no revelar su identidad por seguridad, contó que en el momento de la alerta él participaba en una audiencia que tenía menos de 15 minutos de haber iniciado.

"Estábamos instalando la audiencia y por la alerta de la Policía Nacional que nos brinda custodia aquí en la Unidad Judicial, nos dan aviso de que había una alerta de bomba en los exteriores", contó.

Posteriormente, ya cuando se encontraba en los exteriores, compañeros de labores le avisaron que el objeto estaba justo atrás de su carro. Algo que le sorprendió. "No tengo enemigos, no creo que haya sido directamente dirigido a mí o por mi audiencia", recalcó.

El ciudadano no cree que la diligencia en la que participaba haya sido la razón de la alerta pues, según dijo, era un proceso judicial contra una mujer por un robo común. Desconoce si el hecho tuvo que ver con otra audiencia que se realizaba o estaba por instalarse.

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