La declaración que dio el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, fue contundente. El fuego que ha consumido áreas verdes de la zona nororiental de la ciudad fueron provocados. Por ello, los catalogaron como actos terroristas y criminales.

Según el personero municipal, el flagelo estuvo concentrado en el cerro Auqui, por la zona de Guápulo. Los fuertes vientos causaron que esto avanzara hasta zonas residenciales como el sector de la González Suárez, norte de la urbe.

Y fue justamente en la zona de Guápulo que se hallaron evidencias que reforzaron lo declarado por Muñoz. Dos agentes civiles de Tránsito encontraron canecas con combustible detrás de la iglesia de la zona, en la calle Ninahualpa.

Las imágenes se difundieron y se confirmó su veracidad a través de un chat informativo de la Alcaldía capitalina. Allí se muestra que los pomos estaban llenos todavía.

El alcalde Muñoz explicó que los incendios también son causados por las denominadas quemas agrícolas, lo cual no exime de culpa a quienes no puedan controlarlos. En torno a ello, se refirió sobre cómo se han colocado 13 denuncias en Fiscalía por estos casos desde que la emergencia empezó en la ciudad.

Asimismo se refirió, con molestia, al caso del taxista que declaró haber comenzado un flagelo en el occidente de la ciudad, cerca de la Universidad Central, el pasado 7 de septiembre. El funcionario recriminó al medio que lo ‘hizo’ famoso, pero acotó que el hombre hasta el momento no ha sido procesado.

Por ahora, dos personas han sido detenidas por iniciar incendios forestales. El uno fue capturado en El Panecillo, el pasado 12 de septiembre, y se dispuso su prisión preventiva hasta el 7 de octubre, cuando se conocerá si será sentenciado o no por el caso.

Otro sujeto, en cambio, fue aprehendido el 17 de septiembre, en El Chiche, oriente de la ciudad, luego de ser acusado de provocar un flagelo.

La ministra de Ambiente, Inés Manzano, mantuvo una entrevista durante la mañana de este 25 de septiembre en un medio radial y detalló que las áreas afectadas por los recientes flagelos suman un total de 170 hectáreas.

Detalló que desconocía sobre si se abrió o no un proceso judicial en contra del taxista que declaró sobre su participación en un incendio, pero sí recriminó que se hagan quemas agrícolas sin control alguno. “Las penas privativas por este tipo de caso van de 1 a 3 meses, algo en lo que no estoy de acuerdo”.

En cuanto a la sanción si un incendio es provocado intencionalmente, con un tinte más criminal, entonces la sentencia iría entre 1 a 3 años de prisión, destacó la funcionaria en la entrevista de radio.

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