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Allegados de Heriberto guardan la esperanza de encontrarlo con vida.Gustavo Guamán

Alausí: Un hombre le habló a su exesposa para que lo salvara

Se trata de un peruano que llegó a Ecuador y fue víctima del deslave. ¿Se salvó? Conozca la historia.

Sonó el tono de llamada del teléfono. Era su ex, quien (literalmente) bajo tierra la llamó. Se trataría de un comerciante peruano, Heriberto Castro, que pasaba algunos días en Alausí y se hospedó en el hostal El Mirador, justo en la zona del desastre.

Él habría llamado a su exesposa desde algún rincón, quizá con algo de oxígeno, en algún hueco formado por los muros de aquel hostal. Esa es la esperanza. Israel Castro, su sobrino, llegó hasta la zona cero al mediodía de ayer con unas coordenadas. “Él llamó a pedir auxilio, dice que sigue vivo”, contó a EXTRA.

En cuanto supo de la emergencia del domingo, viajó con su mamá desde la localidad de Piura, norte de Perú, para tener noticias. Sin embargo, a las 09:00 del miércoles 29 de marzo se les encendió la luz de la esperanza: la ex de Heriberto contestó su teléfono y escuchó su voz. Enseguida llamó a Israel para contárselo y para que apresure el paso hacia Alausí.

“No nos dejaron pasar, nos mandaron al Municipio para sacar las coordenadas. Hemos cumplido con el protocolo”, relató.

Los bomberos señalan que las labores de rescate son complicadas.Gustavo Guamán

Israel solicitó que la búsqueda se enfoque en la ubicación que habría enviado Heriberto. “Es una vida, él está pidiendo ayuda”, insistió el joven.

Marina Castro, hermana del supuesto sobreviviente, explicó que ya se han puesto en contacto con el cónsul peruano para coordinar alguna ayuda. Sin embargo, los rescatistas que recibieron a los parientes de Castro les explicaron que no es tan fácil.

No le puedo dar falsas esperanzas. Son muchas toneladas de tierra sobre las estructuras colapsadas”, le explicó una bombera a Israel.

Pero para ellos, nada es imposible. “La llamada duró unos segundos y él ha dicho que donde está se escucha como profundo”, insistió Marina. La última conexión de WhatsApp data, según Marina, de las 09:13 de ayer.

La búsqueda

Las acciones de rescate se iniciaron temprano en la mañana. Había que aprovechar el sol con el que despertó Alausí. Para las primeras horas de ayer, la Secretaría de Riesgos confirmaba 12 fallecidos, pero en el transcurso del día se sumaron dos más.

Un cuerpo fue hallado a las 10:55, con la ayuda de canes. Bajaron una camilla y algunos uniformados de Bomberos, Policía y Fuerzas Armadas descendieron con sogas para apoyar. Se trataba de una adulta mayor de por lo menos 82 años, quien todavía debía ser identificada.

La otra víctima mortal es Miriam Alvarado Pinto, quien fue rescatada aún con vida luego de cinco horas del deslizamiento. Según su comadre, falleció en un hospital de Cuenca, a donde fue trasladada por la gravedad de sus heridas.

“Es muy doloroso. Mi hijo es amigo de su hijo. Se graduaron juntos”, lamentó la alauseña.

Otra vez cayó la tarde y, con ella, la lluvia. Las esperanzas de decenas de personas se volvieron a poner en pausa, pues fue necesario suspender las labores nuevamente.

Se espera que hoy continúen los trabajos de rescate.

Bomberos inquebrantables

Por la avenida Cinco de Junio, en el centro de Alausí, hay una dinámica diferente. Decenas de hombres uniformados de rojo y negro caminan, descansan, buscan comida. “Ojalá fueran turistas”, dicen los comerciantes. No. Son rescatistas.

Son 220 hombres y mujeres de los Cuerpos de Bomberos de Cuenca, Guayaquil, Quito, Guano, Chunchi, Cañar, Colta, Pallatanga, Penipe, Cumandá, Riobamba, Azogues, Guamote, Saquisilí, Pujilí, Suscal, El Tambo, Mera y Alausí.

Llegaron desde las primeras horas del lunes. Vicente Mendoza arribó desde Guayaquil con 43 compañeros más. Cuando entró a la zona cero tuvo que contener las lágrimas. “Nos veían con esperanza, con alegría, en medio de la desgracia”, cuenta.

No podía derrumbarse, pues la comunidad debía verlo fuerte para que sintiera seguridad que está preparado física y mentalmente para este trabajo. “En esto hay que amarrarse el corazón para seguir trabajando”, expresa.

Los integrantes del Cuerpo de Bomberos realizan turnos de 24 horas. Deben mantenerse fuertes ante la situación.Gustavo Guamán

Por su parte, Jorge Mora, capitán del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, explica que son un grupo especializado en rescates: Urban Search and Rescue, USAR, y que implementaron los protocolos a partir del terremoto de Manabí en 2016 y siguieron entrenando en el extranjero.

Ellos son especialistas en rescate por terremotos o derrumbes, pero esta vez ha sido más difícil por las toneladas de tierra que cayeron sobre la zona de Nuevo Alausí. “Mantenemos la esperanza, mire lo que pasó en Turquía”, comenta Vicente.

Cae la tarde en la zona cero y las actividades de búsqueda y rescate se suspenden. Eso no quiere decir que los rescatistas quedan libres. El equipo de Quito aguarda bajo un techo por cualquier eventualidad. “Nuestros turnos son de 24 horas”, cuenta Carlos Taipe, subteniente.

Reitera que, sobre todo, los USAR tienen preparación física y psicológica, pero aun así son seres humanos. “No podemos evitar pensar en nuestras esposas, en nuestros hijos, en lo vulnerables que podemos ser frente a la naturaleza”.

Él tiene cinco hijos que lo esperan en la capital y con quienes se comunica siempre que puede.

Cristian Morales está en la institución desde hace 10 años. Tampoco pudo evitar que su corazón se exalte con las miradas de esperanza de los alauseños. “Sí es una presión, sobre todo en las primeras horas, porque queremos entregar familiares vivos”.

Por ello, cuentan con acompañamiento psicológico luego de cada evento. A él le esperan dos niños en casa y cuando quiere derrumbarse, solamente mira la foto de un dibujo que le mandó su hijo mayor con la frase: “Te amo mucho, mi héroe”.

Con el pasar de las horas, la esperanza de hallar personas con vida se desvanece, debido a que el aire se agota a tanta profundidad, con la tierra y escombros encima.