Exclusivo
Actualidad
Adolescentes con discapacidad intelectual: genios de la creatividad
Adolescentes con discapacidad intelectual han aprendido a crear circuitos. Los focos navideños fueron la inspiración para uno de los proyectos
“Soy marco Emilio Román Villegas y hoy hice mi primer circuito electrónico”, es como se presenta uno de los estudiantes del tercer año de bachillerato de la Fundación de Asistencia Psicopedagógica para Niños, Adolescentes y Adultos con Discapacidad Intelectual (Fasinarm), mientras sostiene en sus manos todas las partes necesarias para ejecutar su proyecto de robótica.
(Te invitamos a leer: El Canillita de la 9 de Octubre: El Legado de Patricio Muñiz voceando Diario EXTRA)
Toma la batería de 9 voltios, los cables jumpers de conexión, los pedazos de plastilina conductora y ágilmente arma el circuito. Sus compañeros, sus docentes y sus instructores lo miran con orgullo, como si hubiese alcanzado una medalla olímpica, y lo aplauden.
La celebración no es para menos, pues la construcción que acaba de realizar Emilio es un verdadero logro: él, al igual que todos los que lo acompañan en la mesa como aprendices, tienen discapacidad intelectual; es decir, sus procesos de aprendizaje toman más tiempo que los de una persona que no tiene la misma condición.
Marco Emilio, de 17 años, es parte del convenio entre Fasinarm, institución sin fines de lucro que educa a personas con discapacidad intelectual, y Geniosbot, centro de innovación tecnológica, liderado por Jostin Duarte. En este, él y sus compañeros, en su mayoría adolescentes con síndrome de Down, aprenden a construir circuitos simples o en paralelo con materiales que fácilmente se consiguen.
Un ‘piano’ o un par de ‘tambores’ son algunas de las creaciones de los muchachos. César Marcillo, otro estudiante con discapacidad intelectual, es el que más cerca está sentado de la computadora que produce el sonido de los instrumentos de percusión, hechos por ellos mismos. Eso llama su atención y se enfoca en lo que hace.
Se entusiasma y arma unas bolitas de plastilina con tanta pasión que quedan bien redonditas. Pero, ¿y cómo es eso que construyen objetos que emiten sonidos con plastilina?
Pues, con un poco de este material moldeable, una placa de desarrollo específica, unos cables lagarto en miniatura y el software adecuado (ver infografía) son capaces de realizar estas tareas y muchas otras más, como encender focos de navidad (luces led) o hasta crear su propio videojuego.
“Estos proyectos son hechos por ellos mismos, nosotros (Geniosbot) solo los guiamos. Enseñamos, damos las instrucciones y ellos las siguen. En estas clases se refuerza el enfoque educativo STEM (integración interdiscipliaria de las matemáticas, ciencias, tecnologías e ingenierías) con el arte, como lo del piano o en la construcción de mundos de videojuego que son controlados con pedazos de plastilina también”, explica Duarte.
(Esto también te puede interesar: Apagones navideños: cómo las familias y negocios se adaptan a la crisis)
¿Qué dicen los padres de familia sobre el programa?
El compañerismo entre los jóvenes al realizar los diferentes trabajos se nota y esto es esencial, resalta Padzy Villegas, madre de Emilio. “Él ha trabajado algunas cosas. Llega contento a contar lo que hizo en el día y, sobre todo, nos sorprende la facilidad con la que ahora puede hacer trabajos en grupo”, menciona.
Y María López, madre de César, también destaca la curiosidad de su hijo por algo nuevo. “César es un joven que a pesar de su capacidad especial sabe manejar la computadora y el teléfono mejor que yo; él resuelve los problemas. Y, con las clases de robótica, veo que se ha despertado mucho más su interés por temas relacionados. Con esto espero que en el futuro pueda desarrollar grandes cosas”, dice María, cuyo anhelo es que el adolescente pueda lograr autonomía.
“Esa es una de nuestras metas. Esperamos que luego de este tiempo ellos puedan aprender a cambiar una pieza en un circuito por ellos solos o que puedan realizar la limpieza de una pieza. Sería su manera de emplear su tiempo y, quién sabe, hasta lograr generar ingresos con estas habilidades”, acota Jostin.
Laura Noboa, directora de la institución, expresa estar sorprendida de conocer los avances de los jóvenes, pues en el mes y medio en el que Geniosbot ha contribuido en la educación del primero, segundo y tercero de bachillerato, han tenido que realizar con más frecuencia las clases.
“Ellos venían cada 15 días y ahora, por su progreso, nos han pedido que se separe un espacio cada semana para que los jóvenes avancen y nosotros, gustosos, lo hacemos, porque el fin es lograr avance”, comenta.
El director de Geniosbot, además, cuenta que su tiempo en Fasinarm está plagado de anécdotas porque en las aulas aprende semana a semana. Él pasa 45 minutos con cada salón que llega y en ese tiempo también desarrolla afinidad con los estudiantes.
Pero él no está solo; el equipo de Geniosbot, conformado por tres o cuatro voluntarios, llega a Fasinarm cada miércoles. “Lo mejor es que son jóvenes también, alumnos de nuestro centro que hacen esto como voluntariado”, explica.
Entre los detalles que él más recuerda es que uno de los jóvenes pidió conocer cómo funcionan los “foquitos navideños” y lo lograron. “Para nosotros, esto es una alegría tremenda, porque algo que ellos ven como tan lejano, muy complejo, han logrado realizar y ahora lo manejan con destreza”.
Jostin, al contar con preparación académica y experiencia en educación especializada, anhela que los talleres de robótica lleguen a ser una de las materias de la malla curricular de Fasinarm. Es decir, que sea una materia más de los horarios de clases de los estudiantes.
El experto explica que por esa razón se incluyó a primero y segundo de bachillerato en el programa. “Si tercero (de bachillerato) ya se gradúa, quedan los demás y ya con bases en el tema”, sostiene.
Sin embargo, ese no es el único plan a futuro: han conversado con los coordinadores académicos que, además, pueda convertirse en una especialización al momento de alcanzar los últimos grados de colegio.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites?¡SUSCRÍBETE AQUÍ!