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Los buses ocupan el quinto lugar entre siete en provocar accidentes.Cortesía

Accidentes en Quito: Los buses tienen mala fama en las calles

El ocho por ciento de siniestros han sido causado por el transporte público en lo que va del año. Esta semana, hubo dos muertos

Camila Sánchez, esposa de Adrián Bazurto, nunca podrá superar la forma en la que lo vio sin vida. Su cuerpo quedó debajo de la llanta de un bus de transporte público, el cual ocupa el puesto cinco de siete entre los tipos de vehículos que más provocan accidentes de tránsito en Pichincha, según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).

“Se comunicó un amigo de él. Me dijo que mi marido había tenido un accidente. Llamé a un agente y me detalló que debía acercarme lo más rápido”, cuenta la mujer. Ese 23 de octubre, ella viajó a prisa de Carcelén, norte de Quito, hasta la avenida 6 de Diciembre y Juan Molineros, hacia el sur, y se topó con la desgracia.

Videos de seguridad mostraron cómo aquel vehículo pesado bajaba rápidamente por la Juan Molineros, se impactó contra un carro pequeño y luego Bazurto, quien iba en su moto, choca con el bus.

“El chofer salió corriendo, pero lo detuvieron. Ahora está con prisión preventiva y luego de un mes se verá lo que sucederá”, acota Sánchez, quien destaca de Adrián su esmero por trabajar como celador y su amor por su pequeño hijo.

Los números

Ante esta historia, ¿se puede decir que el bus es el más mortífero? Según la ANT, el vehículo que ocupa el primer lugar en estadísticas de siniestralidad es el automóvil con un 37,61 %, le sigue la motocicleta con 22,18 %, la camioneta con 9,39 %, el camión con 9,16 % y los buses de transporte públicos con 8,57 %. El porcentaje lo completan vehículos no identificados con 7,81 % y otros con 5,27%.

Entonces ¿por qué da la impresión de que los buses causan más accidentes? Jorge Yánez, presidente de la Unión de Operadoras de Transporte Urbano de Quito, considera que esto es una cuestión de percepción ciudadana.

La religiosa Blanca Defaz perdió la vida en Conocoto, al sur de Quito.Captura de video

Esto porque, a decir del dirigente, el transporte público está a cargo de muchas personas diariamente, por lo que un accidente que los involucre genera ese impacto negativo en los usuarios. “En Quito, al día se movilizan 2’600.000 personas en 3.200 buses. Esto quiere decir que cuando se accidenta un transporte se multiplica la difusión, pero cuando ocurre un hecho con un carro particular, hasta pasa desapercibido”.

Aunque el dirigente no deja de reconocer que sí hay causas que motivan los accidentes en los que están implicados los buses. Una mala formación de quienes hacen los cursos para ser choferes profesionales sería una, advierte.

Competencia mortal

A eso se suma, según Yánez, la eterna competencia que existe entre cooperativas en las vías. “Lo que pasa es que el sistema de red vial que tenemos es sumamente obsoleto. En muchas rutas existen dos o más cooperativas que brindan el servicio, lo que causa la pugna por los pasajeros”.

Y justamente esto habría ocurrido en otro accidente un día después de la muerte de Bazurto. El escenario fue en las calles Pólit Lasso y García Moreno, en Conocoto, sur de Quito.

Un bus supuestamente estaba compitiendo con otra unidad y cuando llegó a la esquina de esas dos calles impactó a una monja llamada Blanca Defaz, de 59 años, quien murió ahí mismo, en la vía. Horas más tarde, una familiar demostró su pesar en las páginas digitales de Facebook, junto con una foto de la víctima.

Según Marco Castillo, jefe de la Coordinación Operacional de la Unidad Nacional de Investigación Operativa de Accidentología Vial de la Policía Nacional del Ecuador, en los siniestros en los que están implicados los buses hay cuatro causas comunes: ir desatento (19,79%), irrespeto a las señales de tránsito (15,.74%), exceso de velocidad (12,59%), no respetar la distancia entre vehículos (11,81%). El 40 % restante se deben a otros motivos.

El cuerpo de Adrián Bazurto fue llevado hasta el cantón Buena Fe, en Los Ríos, para el sepelio.Cortesía

Capacitaciones constantes

Nelly Reinoso es propietaria de una unidad de transporte que circula por la avenida Simón Bolívar, una de las altas en siniestralidad. Para contratar a los dos conductores que manejan su bus, lo primero que vio fue la experiencia.

Además de eso, es la capacitación constante para evitar los accidentes viales. “Como cooperativa, nos preocupamos por darles cursos de actualización a nuestros compañeros”.

Sin embargo, la otra clave es el mantenimiento periódico de las unidades. Reinoso conoció del choque en el que murió Adrián Bazurto y supo que el bus habría perdido los frenos. “Aunque serán las autoridades las que determinen qué mismo pasó”, acotó.

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