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Desde hace 5 días los habitantes de Durán viven entre balas y bombazos
Los siete hechos violentos registrados en un solo día tienen aterrados a los ciudadanos. Aseguran que tener a una unidad policial en su sector ya no les da seguridad, sino miedo. Protegen sus ventanas con cartones. Los ataques en este cantón guayasense se habrían desatado por traslado de presos en la ‘Peni’.
“Vivir en un sector donde hay una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) ya no es seguridad y tampoco infunde respeto, por ahora es mejor que los policías no hagan base aquí, que solo nos brinden patrullajes”, manifestó con preocupación Teresa (omitimos sus apellidos para salvaguardar su integridad).
La manabita, de 50 años, habita en la misma cuadra donde está ubicada una de las dos unidades de la Policía que la tarde del jueves fueron atacadas por criminales. Esto es en la manzana Ñ, sector B de la cooperativa Héctor Cobos, de Durán. Allí colocaron una bomba molotov y esta, al estallar, ocasionó daños materiales.
La moradora, quien tiene casi dos décadas habitando en este sector, contó que ella estaba en su casa cuando escuchó la explosión, al asomarse por la ventana vio a varios jóvenes huir corriendo. El hecho quedó registrado con un celular.
“Eran ‘peladitos’, me atrevo a decir que hasta menores de edad. Se pararon en la casa que está junto a la UPC y desde allí lanzaron el explosivo. Lo que ocurre en Durán da miedo. Este no es el único atentado. Ni yo, ni mis familiares hemos podido dormir tranquilos, nuestro temor es que ocurra otro hecho en contra de la Policía y que una casa salga afectada”, mencionó Teresa.
Este es el segundo de los siete sucesos violentos registrados en menos 10 horas en este cantón de la provincia del Guayas, ocurrieron entre la tarde y noche del jueves. Tres de los ataques fueron en contra de gasolineras, uno a un establecimiento comercial, otro cerca de la empresa eléctrica de Durán en la ciudadela El Recreo y el más reciente se registró a una entidad policial, en la cooperativa Oramas González.
Para los seis primeros hechos, los delincuentes utilizaron explosivos. En el último, los criminales emplearon armas de fuego. La UPC había dejado de funcionar desde el pasado martes, tras los primeros ataques delincuenciales en este cantón. En el lugar se visualizan más de 40 impactos de proyectiles en las paredes y vidrios.
Con un ojo abierto y otro cerrado
Sandra Gómez, quien habita cerca a la unidad de Policía, ubicada en la cooperativa Oramas González, en la cual se produjo la agresión a las 21:10, reveló que la preocupación de que se repita un nuevo hecho violento, evitó que pudiera conciliar el sueño y que para precautelar la seguridad de sus familiares prefirió quedarse despierta toda la madrugada.
“Cada vez que escuchaba el ruido de un carro o una moto, se me erizaba la piel, me ponía nerviosa. Antes de que mis hijos se acostaran les dije: ‘Si otra vez vienen a disparar, todos nos tiramos al suelo, nadie alza la cabeza’, todo lo que pasa me tiene atemorizada, mi familia dice que estoy psicosiada”, manifestó con nerviosismo la duraneña.
Otro morador sostuvo que, aunque no habita en la misma cuadra de donde está ubicada la UPC, antes de salir de su casa para montar su negocio en las inmediaciones de la unidad policial, lo pensó dos veces y lo consultó con sus parientes. “Yo subsisto de lo que vendo, del día a día, me dije: ‘Y si otra vez llegan a disparar, qué hago, me tocará correr o tirarme al piso’, vivimos en zozobra, no nos dejan ni dormir ni trabajar con tranquilidad”.
Se protegió con cartones
A dos casas de donde está situado el comercio atacado con explosivos, en la cooperativa 5 de Junio, habita doña Mariana, una guayaquileña, de 53 años.
Ella contó que para protegerse sus familiares, optaron por dormir en una de las habitaciones ubicada en la parte posterior de la casa y que colocaron cartones en la puerta y en las ventanas del domicilio. “Estaba sentadita en la sala cuando escuché la explosión, eran como las 14:00. Todos salimos corriendo, ya en la noche mis hijos y nietos nos refugiamos en un solo cuarto y puse los cartones por si acaso lanzaran otro artefacto y así no se entra el humo”, manifestó. (AEB)
Penitenciaría
Se escucharon dos explosiones
Tras los enfrentamientos de más de 8 horas ocurridos entre la tarde y mañana del jueves en la Penitenciaría del Litoral, ayer se observó una aparente calma en los exteriores de la cárcel porteña.
Durante un recorrido, un equipo de este Diario constató la presencia de policías y militares y fueron escasos los familiares de privados de libertad que llegaron hasta este centro de reclusión.
Sin embargo, en redes sociales, a través de mensajes de audios enviados supuestamente desde el interior de la cárcel, se informó que se habrían producido enfrentamientos entre los reclusos de los pabellones 6, 8 y 9. Esto no fue confirmado ni por el Servicio Nacional de Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI) y la Policía Nacional. A las 13:00 de ayer también se escucharon dos explosiones provenientes de la ‘Peni’.
El director del SNAI, Guillermo Rodríguez, informó que ya se tiene el control total del centro carcelario y que la reestructuración es para mejorar el hábitat de los privados de libertad. “Esto es humanizar y transformar el sistema penitenciario del país, reducir el nivel de violencia y hostilidad. Más de 10 personas de libertad fueron cambiados en pabellones internos. Fue una reubicación ordenada y tranquila que permitió cumplir el objetivo”. (AEB)