Exclusivo
Actualidad

Angulo fue uno de los primeros celadores en ser capturados durante los motines.Luis Cheme

Así fueron las 48 horas de secuestro de un guía penitenciario en la cárcel de Esmeraldas

El uniformado fue liberado luego de una espera larga mientras se hacían negociaciones. Este fue su dramático relato

Jackson Angulo fue uno de los primeros guías penitenciarios en ser retenidos por los amotinados, que exigían que no se trasladara a sus líderes a otras prisiones del país.

(Te invitamos a leer: Profesores denuncian que sujetos entran a las clases virtuales para amenazar)

Durante 48 horas, permaneció encerrado en una celda, en el Pabellón C, en el Centro de Privación de Libertad de Varones de Esmeraldas sin saber qué iba a pasar con él y con sus compañeros. “Fue una experiencia muy dura, sentí mucho miedo y angustia. No sabía si iba a salir vivo de ahí”, relata Angulo.

A pesar de la tensión, Angulo afirma que los reos no le hicieron daño ni le faltaron el respeto. Al contrario, no le faltó comida y agua, y le permitieron comunicarse con su familia por teléfono.

“Los reos me trataron bien, me dijeron que no era nada personal, que solo querían que se escucharan sus demandas. Me pidieron disculpas por lo que estaban haciendo y me agradecieron por mi trabajo”, cuenta Angulo.

La cárcel de varones de Esmeraldas, en el norte de Ecuador.Luis Cheme
  • La alegría de salir libre

El 11 de enero, tras una intensa negociación entre las autoridades, la Iglesia católica y los líderes del motín, Angulo fue liberado. Al salir de la cárcel, fue recibido con abrazos y lágrimas por sus familiares y compañeros de trabajo que celebraron su regreso. “Fue una alegría enorme, sentí que volví a nacer. Agradezco a Dios, a mi familia y a mis colegas por su apoyo y su oración”, dijo Angulo.

Pese a lo vivido, Angulo no pierde la esperanza ni el compromiso con su profesión. Asegura que esta fue la segunda vez que quedó retenido en la cárcel, pero que eso no le impide seguir trabajando.

El lunes 15 de enero acudió a su puesto como todos los días, aunque reconoce que el temor y el miedo lo invaden. “Temo que la próxima vez me pase algo peor o que no podré volver a ver a mi familia. Pero no puedo dejar de trabajar, es mi deber y mi vocación.

Angulo solo pide que se mejore la seguridad y las condiciones en la cárcel para evitar que se repitan estos hechos.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!