Las medallas de oro en los Juegos Olímpicos son el sueño dorado de muchos atletas, pero en algunos países, el reconocimiento y las recompensas por alcanzar este nivel de excelencia pueden superar incluso los premios de la lotería. 

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Mientras los montos económicos por las victorias olímpicas varían ampliamente dependiendo de las federaciones y los países, la magnitud de los premios puede revelar una sorprendente realidad: en ciertos lugares, ganar un oro olímpico puede ser mejor que ganar la lotería. 

Un caso emblemático es el del gimnasta Carlos Yulo, quien hizo historia para Filipinas el 3 de agosto al convertirse en el primer medallista de oro olímpico del país en la gimnasia. No contento con un solo oro, Yulo volvió a subir al podio en menos de 24 horas, consolidando su lugar en la historia olímpica. Sin embargo, los premios por su hazaña van mucho más allá de las medallas.

El joven gimnasta ha sido galardonado con un lujoso apartamento completamente amueblado valorado en 550 mil dólares, cortesía del promotor inmobiliario Megaworld Corp. Pero eso no es todo; Yulo también recibirá beneficios exclusivos como acceso de por vida a restaurantes locales y, de manera insólita, hasta un suministro continuo de ramen y una colonoscopia gratuita. 

Los medallistas olímpicos están exentos de cumplir con los 18 meses de servicio militar obligatorio que deben realizar los hombres antes de cumplir los 28 años. En los Juegos Olímpicos de Tokio, las seis arqueras que se llevaron cuatro de las cinco medallas de oro recibieron coches de Hyundai, patrocinador de su equipo.

Además, los medallistas de oro tienen la opción de elegir entre una pensión mensual vitalicia de un millón de wones o un pago único de 67,2 millones de wones.

En Polonia, ganar una medalla de oro viene acompañado de un apartamento de dos habitaciones, un diamante, una pintura y un vale para unas vacaciones. En Indonesia, las recompensas son particularmente notables. Apriyani Rahayu y Greysia Polii, quienes obtuvieron el oro en bádminton femenino en Tokio hace tres años, recibieron premios que van desde casas nuevas proporcionadas por un promotor inmobiliario hasta comidas en restaurantes de albóndigas ofrecidas por un influencer en redes sociales.

Apriyani también recibió la promesa de cinco vacas, un terreno y una casa del jefe de distrito de su ciudad natal en el sudeste de Sulawesi. Además, el ministro de Turismo aseguró que tanto ella como Greysia podrían disfrutar de vacaciones gratuitas en los cinco principales destinos turísticos del país.

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En Jordania, el atleta Ahmad Abu Ghaush hizo historia al ganar la primera medalla de oro del país en los Juegos Olímpicos de Río en la categoría masculina de 68 kg en taekwondo. Además de este logro histórico, Abu Ghaush recibió numerosos premios y obsequios de empresas locales, incluyendo un automóvil y un reloj de lujo. Asimismo, el rey Abdullah II le concedió la Orden de Distinción de Primera Clase en reconocimiento a su hazaña.

En Malasia, el primer atleta en ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024 no tendrá que preocuparse por la comida, ya que la empresa de transporte y entrega Grab le ha prometido un año de pedidos de comida gratuitos. Además, recibirá un auto todoterreno Chery y un apartamento de lujo.

El gobierno de Hong Kong otorgó a las esgrimistas Vivian Kong y Cheung Ka-long, ganadoras de medallas de oro en los Juegos Olímpicos de París, billetes de viaje de por vida para el sistema de metro MTR de la ciudad. Esta misma recompensa se prometió a todos los demás medallistas.

Además, una cadena de gimnasios ofreció membresías de por vida a los 35 atletas de Hong Kong que compitieron en París. Por su parte, la aerolínea Cathay Pacific anunció que proporcionará a todos los medallistas viajes gratuitos en clase ejecutiva durante un año.

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