Teniendo como último antecedente la novena edición del Ironman 70.3, la triatleta ecuatoriana Elizabeth Bravo cuenta lo que significó clasificar a París 2024 y cuál es la planificación de cara al evento, que empezará el 26 de julio.

Para acceder a sus cuartos Juegos Olímpicos, después de participar en Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020 +1, la azuaya de 37 años debía conservar su lugar entre las 55 mejores del ranking mundial, algo que cumplió entre febrero y mayo de este año.

“Los primeros cuatro meses fueron bastante duros porque la Unión Internacional de Triatlón puso nueve carreras que puntuaban para los Juegos en ese periodo, donde hicimos siete de las nueve en tres continentes, de ahí que aseguramos la clasificación”, señaló Bravo a diario EXTRA.

Esos meses fueron parte también de la preparación para la azuaya. “Toda la vida nos hemos preparado para participar en los Juegos Olímpicos, porque la verdad nadie te regala un boleto a una olimpiada, así que estoy súper contenta por haber clasificado por cuarta vez”, afirmó.

Una vez confirmada su presencia en la capital francesa, Eli, como se la conoce en el entorno familiar, se enfocó en la preparación para la cita, afina algunos detalles. “Ya no falta nada para los Juegos Olímpicos, prácticamente estamos poniendo apunto algunas cosas finales; un poco de entrenamientos más fuertes, luego tendremos la baja de carga y finalmente llegar a la villa olímpica el 25 de julio”, dijo.

Sobre la posibilidad de estar en los JJ.OO. de Los Ángeles 2028, Bravo confesó: “dicen que no hay quinto malo, pero ya veremos, un día a la vez. Primero espero terminar la olimpiada y luego si veremos qué pasa”.

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Desde mediados de este mes la triatleta nacional se instaló en las afueras de París, donde realiza un campamento de entrenamiento, para luego entrar a la villa olímpica a esperar la competencia que está prevista para el 31 de julio, en las afueras de la capital francesa, que podría incluir nadar en el río Sena.

El emblemático afluente francés ha sido cuestionado por encontrarse contaminado; sin embargo, las autoridades locales han trabajado en su limpieza. Pese a ello esto preocupa a la deportista. “Lamentablemente no vamos poder reconocer el agua antes, porque no sabemos si va a estar realmente limpia, por lo que preferimos ir solo el día del evento”, señaló.

Tras salir de los 1.5 kilómetros de la natación en el Sena, que no va reconocer para evitar cualquier inconveniente en su salud, la mamá de Juan Francisco, su hijo, enfrentará los 40 km en bici, para finalizar con los 10 km corriendo.

“El objetivo como siempre es dar lo mejor, me encuentro en buena forma, sin lesiones y espero que no pase nada como un pinchazo o una caída en la competencia, para tratar de conseguir la mejor ubicación que se pueda”, analizó Eli.

La doble campeona panamericana (2019 y 2024) tendrá también junto a ella a su entrenador y esposo Francisco Javier Tirado, además, de su pequeño hijo, quien viajará con sus suegros días antes de la prueba, así que tendrá “barra propia”, contó.

Para llegar de la mejor manera, Eli, quien tiene un título en fisioterapia, con un diplomado en Osteopatía, lleva un estricto control nutricional. “Hemos analizado con la nutricionista qué cosas puedo y no consumir, también tratamos de comer lo más variado posible, con proteínas y geles nutricionales, además de pastas”, confesó la deportista del Team Toscana.

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Al finalizar el diálogo con diario EXTRA, la azuaya dejó un mensaje para todos los aficionados: “Espero que todos nos vean y apoyen a los deportistas tricolores en París, que nos manden sus energías que de seguro nosotros la vamos a sentir y dejaremos todo por el país”.

La delegación ecuatoriana de boxeo, integrado por María José Palacios (60 Kg.), José Rodríguez (71 Kg.) y Gerlon Congo (+92 Kg.), fueron este domingo 21 de julio los primeros deportistas del equipo tricolor en entrar a la Villa Olímpica de los Juegos de París 2024. 

Pese a que un día antes las pesistas Neisi Dajomes y su hermana Angie Palacios, retiraron las acreditaciones en la sede francesa, fueron los púgiles quienes empezaron a habitar las instalaciones. A ellos se les sumó también la judoca ecuatoriana Vanessa Chalá, con su entrenador José Romero.

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