Exclusivo
Deportes
La historia de Alan Franco, el ecuatoriano que va por la Copa Libertadores con Atlético Mineiro
Su primer entrenador Pepe Sánchez cuenta su historia, el jugador que lo utilizaba en todos lo sectores de la cancha
Hasta los 12 años, Alan Franco Palma pudo mostrar su clase en las canchas de su natal Jujan y el recinto San José de Los Ríos, porque luego se vino a Guayaquil dejando a sus familiares, hizo de la vía a la costa su hogar, viviendo en la concentración del equipo Norte América.
Lea también: LigaPro: Día, fecha, hora de los partidos de fecha 12
Ahora está listo para jugar la final de la Copa Libertadores con el Atlético Mineiro ante Botafogo, en Argentina, el 30 de noviembre. La vida le tenía marcado un camino de felicidad y dolor ¿Dolor, sí? Su fiel compañero, su hincha, su fan, el que llevaba la bandera, el que estaba en las gradas de los barriales de Jujan y Babahoyo, Don Pedro Franco, en un día de abril del 2020 se fue al cielo, justo antes de que Alan empezara su carrera internacional.
Su vida en un gráfico
Una de sus anécdotas de su papá fue en una entrevista con EXTRA, dijo que uno de sus sueños era ver a su hijo como jugador en las páginas del diario, pero la foto a “color”, no blanco y negro.
Su primer entrenador, José Pepe Sánchez de la Master Fútbol Jujan, la escuelita donde de niño Franco actuaba, lo recuerda: “Alan, desde pequeño era muy entregado, no le gustaba dejar una pelota por perdida, era de los que iba a todas. Ahora verlo por televisión es algo grandioso”.
El profe Pepe, como se lo conoce, lo tuvo desde los 5 a los 9 años, los recuerdos se le vienen, dice que Alan tuvo dos canchas, la del Recinto San José, que pertenece a Babahoyo, y se ubica pasando el río Babahoyo, al frente del cantón Jujan, que es de Guayas, y cuando no se podía entrenar en esa cancha, se iban a una que se la conoce como Convento.
Le gustaba jugar en toda la cancha
Sánchez nos hace entender por qué Franco juega en todo el medio campo, algo que no es de ahora, sino desde pequeño: “La verdad, si Alan un día llega a jugar de nueve no me sorprendería, en la cancha de Master Fútbol Jujan, lo colocaba de cinco, luego iba de ocho, y cuando no estaba el delantero, jugaba de nueve, había partidos que podía estar en todas las posiciones, menos arquero”, recuerda el entrenador.
Alan era tan bueno que jugó en varias categorías en la selección de la provincia de Los Ríos, y mostraba su clase.
“Franco, desde pequeño la tuvo clara, tenía la ambición de comerse la cancha, él quería ser jugador profesional de esos que salen en la televisión decía, claro que no fue fácil dejar a la familia a los 12 años para irse a Guayaquil y luego a Quito, es duro, pero gracias a Dios pudo lograrlo”, expresa el entrenador que ahora que lo ve en la final, dice que es una satisfacción tanto para él como entrenador, para su escuela y el Ecuador.
No se olvida de su escuela
La última vez que Alan estuvo en la Master Fútbol Jujan fue el año pasado, donde compartió con los pequeños y su entrenador. Sus ojos le brillan cuando recuerda al padre de Alan: “Don Pedro fue su mejor fan, sé que desde el cielo lo está viendo ahora. Estuvo cerca de verlo defendiendo la camiseta de un equipo extranjero”.
Mientras que el dirigente deportivo Santiago Medrano, que reside en Jujan, lo recuerda como si fuera ayer cuando fue a la primera selección sub-17 de Ecuador: “Para Jujan fue algo tremendo, verlo en la selección y saber que representaba a nuestra tierra fue algo grandioso”, recuerda.
Medrano dice que lo mejor que Jujan ha recibido de Alan es el ejemplo para los chicos que sueñan salir: “Hay cosas que se las enseña con el ejemplo, y lo de Alan desde que salió es una motivación, porque fue a la selección de menores, luego a Independiente y quedó campeón de la Copa Sudamericana, y cuando le preguntas a un chico de Jujan, te dicen que ellos quieren ser como Alan Franco”, expresa Medrano.
Mientras que Hugo Ocaña, un exseleccionado de la provincia de Los Ríos, dice que las ganas que le pone Alan en la cancha es contagiante y que eso es un plus más para él como jugador: “Franco no se cansa en el medio campo, le da igual jugar de cinco, de doble cinco, o hasta de 10, tiene garra y calidad”.
Y Alan que llegó a los 12 años a Independiente del Valle, cuando salió para irse al extranjero, reveló que fue una bendición de Dios tener al argentino Cristian Pellerano en el equipo: “De cariño le digo ‘veterano’, con él de verdad que se aprende de todo. Es un excelente jugador y persona. Aprendí en cada entrenamiento y partido”.
Franco, el 30 de noviembre del 2024 en el estadio Más Monumental de River Plate, de Buenos Aires, saldrá en busca de su primera Copa Libertadores, pensar que en 2016, cuando comenzaba a jugar con Independiente del Valle, su padre le decía que algún día iba a estar buscando ese trofeo, ahora llevará la foto de su padre y le dedicará el partido hasta el cielo, mientras en Jujan cientos de niños soñarán ser como él, el chico que jugaba en la cancha de tierra del recinto San José.