Un concurso por no hacer nada y aprovechar para estar ‘relax’ al aire libre. Esta actividad se lleva a cabo en Corea del Sur y consiste, literalmente, en estar sentado en un tapete sin hablar. La única regla es que no se puede decir ni ‘pío’ y, si hablas, quedas fuera.

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Este evento ha reunido a más de cien participantes que se inscribieron. La competencia duró un fin de semana entero, pero puede alargarse hasta ocupar tres o cuatro días. Por lo general, las pruebas duran 90 minutos, durante los cuales se controlan las pulsaciones de los ‘atletas’ cada cuarto de hora.

Más de 4.000 personas solicitaron participar en el concurso, organizado por el gobierno de la ciudad. Los 117 concursantes seleccionados iban desde un niño de segundo grado hasta personas de unos 60 años.

Para muchos participantes fue una forma de recuperarse del agotamiento y el estrés, a menudo del ‘camello’, en un país con un alto nivel de estrés académico y una presión extrema para triunfar. 

Para ganar este concurso no se necesita hacer mucho esfuerzo; el participante que mantenga las pulsaciones más estables durante la prueba es el que gana. Como tal, no hay premio, solo el reconocimiento por ser el más ‘vagoneta’.

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