Al escuchar el precio de un foco recargable, la gente no sabía cómo reaccionar. Algunos se rascaban la cabeza, como pensando “¿es en serio?”, mientras otros abrían los ojos como platos, incrédulos. Y, por supuesto, también estaban quienes simplemente agradecían la información y se retiraban resignados.

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Así transcurrió este miércoles 3 de octubre en las ferreterías del centro de Guayaquil, donde cada par de minutos llegaba un cliente nuevo buscando estos dispositivos para lidiar con los apagones. Sin embargo, el considerable aumento en su precio los detenía.

En las calles Rumichaca y Clemente Ballén, donde hay decenas de ferreterías, los locales siguen vendiendo todo tipo de luminarias tradicionales, pero las bombillas portátiles, ahora tan codiciadas, ‘brillaban’ por su ausencia. No era raro ver letreros improvisados con la frase “No hay recargables”.

“En la última importación, el 12 de septiembre, llegaron unos cien focos, y antes del 20 ya no había ninguno”, contó una dependiente de un local que exhibía esos letreros.

La ferretería Milagro de Dios, situada en la misma zona, era una de las pocas con focos recargables aún en stock. Hace dos semanas, el más barato costaba 8 dólares, pero ahora lo venden a 12. “Desde este lunes los tenemos a ese precio porque a nosotros también nos subieron los costos”, justificó una trabajadora del local a EXTRA.

Un cliente, visiblemente molesto, salió apresurado y soltó: “Antes valían 5 dólares”. Prefirió no dar su nombre.

Por su parte, Francisca Preciado, quien había recibido recientemente un ‘billetito’, estaba dispuesta a usarlo para comprar uno de estos focos, pero el precio la tomó por sorpresa. “Toca seguir buscando. No hay plata, uno no puede pagarlo”, lamentó.

Blanca Noblecilla, que vende meriendas en el suburbio porteño, necesitaba al menos dos focos recargables para su negocito, pero los precios la dejaron con pocas opciones. “En mi barrio los vendían a 10 dólares cuando empezaron los apagones, pero aquí están a 12 y hasta 15 dólares. Mi presupuesto es solo de 20”, se quejó.

Oswaldo Coronel también se enfrentó a la realidad de los precios. “La semana pasada compré uno por 9 dólares, hoy quería regalarle uno a mi familia, pero ya no me alcanza. Ya no les compraré. Igual, parece que va a llover y espero que todo mejore”, expresó.

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A pesar de todo, muchos no tienen más opción que comprar antes de que sigan subiendo; mientras que otros, como la usuaria @PatiDBlacio en X, prefieren tomárselo con humor: “Los focos recargables son como las mascarillas en la pandemia. Por mi parte, ‘lleven yuca’; con la linterna de mi ‘cel’ y velas, todo ok”.

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