A pesar de que el Gobierno ha intentado proporcionar más certeza al anunciar los horarios de los cortes de luz y su reducción gradual en las próximas semanas, persisten dudas sobre si se cumplirán esos cronogramas. La razón de esta incertidumbre radica en que los embalses de las hidroeléctricas siguen en una situación crítica y la puesta en funcionamiento de la nueva energía térmica aún debe esperar.

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Hasta las 14:00 de este 22 de octubre de 2024, el nivel del embalse de Mazar (provincia de Azuay)se mantenía en 2.113,83 metros sobre el nivel del mar (msnm). El pasado domingo 20 de octubre de 2024, antes de que rija el nuevo cronograma, con una reducción de ocho horas diarias de cortes, el embalse se ubicaba en 2.115,25 msnm, es decir, en dos días tuvo una caída de 1,42 metros.

La cota de agua del embalse de Mazar es crítica para el sector eléctrico, ya que suministra a tres hidroeléctricas: Mazar, Paute-Molino y Sopladora. El Operador Nacional de Electricidad (Cenace) ha indicado que el nivel mínimo de agua necesario para su operación es de 2.110 msnm. Si las hidroeléctricas continúan funcionando con esa cantidad de agua, podrían sufrir daños, ya que los sedimentos podrían afectar los motores de las centrales.

Además, la situación no parece cambiar en los próximos días. Tras un fin de semana de lluvias, la empresa pública Etapa, que gestiona telecomunicaciones, agua potable y saneamiento en el Azuay, ha reportado que los ríos Tomebamba y Yanuncay siguen en estiaje, mientras que los ríos Machángara y Tarqui se encuentran en niveles bajos.

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El Gobierno de Daniel Noboa ha señalado que se incorporará 1.164 megavatios nuevos de electricidad entre noviembre de 2024 y el primer trimestre de 2025, como medida a mediano plazo para superar la crisis energética. Para noviembre se espera la incorporación de 241 megavatios (MW) de dos motores en tierra, que se sumarán a la barcaza de 100 MW.

La ministra de Energía (encargada), Inés Manzano, ha indicado que se prevé la compra de motores en lugar de alquilar nuevas barcazas. Se mencionó que estas llegarían al país mediante aviones Hércules, pero hasta ahora no se han proporcionado detalles sobre su llegada.

En este contexto, parece complicado cumplir con la reducción de los cortes de luz a seis horas programada para la próxima semana. Según lo anunciado por Noboa, los cortes a nivel nacional se limitarán a seis horas a partir del lunes 28 de octubre. Además, del miércoles 6 al domingo 10 de noviembre, los cortes se reducirán a cuatro horas.

“El nivel del embalse ha disminuido de manera pronunciada, estamos a solo dos metros del límite crítico. Los cortes que se han registrado en los últimos días son insuficientes. Además, estamos enfrentando una baja hidrología en la cuenca del Paute, con caudales que no superan los 10 metros cúbicos por segundo hacia el embalse de Mazar. También hay una disminución significativa en la cuenca del río Coca y otras centrales amazónicas. La situación hidrológica sigue siendo crítica, no ha mejorado. Estamos en una época de estiaje severo, lo que agrava el panorama (...) Si no se toman decisiones pronto, será necesario reprogramar los cortes de luz para evitar un riesgo mayor”, aseguró Hugo Arcos,  jefe del departamento de Energía Eléctrica de la Escuela Politécnica Nacional.

“Con estos números, es claro que estamos en riesgo de que algunas partes de la generación eléctrica, como Mazar y Paute, salgan de operación, lo que nos llevaría a apagones impredecibles y aleatorios, en lugar de los cortes programados actuales. El Gobierno debería revisar el cronograma de reducción de cortes porque la situación es insostenible”, aseguró Jorge Luis Hidalgo, consultor en temas energéticos.

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