El asesinato de las guías penitenciarias Wendy Sulay Ortiz Cajo, de 24 años, y Kelyn Silvana Ramos Granizo, de 22, ocurrido el sábado 31 de agosto, podría haber sido una represalia por una requisa realizada el 28 de agosto en la cárcel de mujeres de Guayaquil. Esta información fue proporcionada por un oficial de la Policía.

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Las dos jóvenes, quienes trabajaban para el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), fueron atacadas en los exteriores del centro carcelario ubicado en la vía Guayaquil-Daule por sujetos que se movilizaban en motocicletas y en un vehículo.

“Se ha establecido que el asesinato podría estar relacionado con el incidente de la noche del 28 de agosto, cuando se detuvieron a policías, guías penitenciarios y privados de libertad intentando ingresar objetos prohibidos al centro de privación de libertad femenino. Hemos identificado a los participantes, pero aún falta su plena identificación”, explicó un investigador de la Policía.

Los atacantes utilizaron un arma de 9 milímetros. Según la información disponible, su objetivo era acabar con la vida de las dos guías, quienes estaban de turno el día de la requisa.

“Es posible que quienes intentaron introducir objetos prohibidos como celulares, relojes, cigarrillos y cargadores pensaran que ellas habían proporcionado la información. Un día antes del asesinato, hubo un intento de asesinato contra otra guía de una cárcel de Guayaquil. Estamos tratando de establecer si existe alguna conexión”, agregó el oficial.

Las servidoras penitenciarias, que trabajaban en los filtros 1 y 2 de la cárcel de mujeres, ingresaban a las 19:00 y su turno concluía a las 07:00 del día siguiente. En el lugar del crimen, los agentes de Criminalística recolectaron cuatro vainas percutidas calibre 9 milímetros.

Wendy murió en el sitio donde fue baleada, mientras que Kelyn en una casa de salud ubicada en el norte de Guayaquil.

Posteriormente, alrededor de las 00:20 del domingo 1 de septiembre, la policía localizó en el sector de Juan Montalvo, en el noreste de Guayaquil, el vehículo en el que se habrían movilizado los asesinos. Dentro del carro se encontraron 30 cartuchos calibre 9 milímetros y dos placas.

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