Los largos cortes de energía, que han superado las 10 horas en días laborales, han paralizado negocios dependientes de la electricidad. Sin embargo, establecimientos como los moteles se han convertido en un oasis libre de apagones, debido a su respaldo energético “de fábrica”.

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Así lo asegura Nelly Acosta, administradora del motel Élite en Ambato, ubicado en el paso lateral Huachi San Francisco. “Desde la apertura del motel, contamos con un generador de energía para los casos en que se vaya la luz”, explica.

En un lugar frío como Ambato, mantener los sistemas de calefacción en funcionamiento es crucial; sería impensable tener un 'cuerpeo' con tan bajas temperaturas.

Gracias al uso de generadores, este negocio incluso recibe a estudiantes y trabajadores que, lejos de buscar un ‘hueco’ para pegarse un ‘deliciso’ con sus parejas, utilizan los espacios para continuar con sus clases virtuales o ‘camellar’.

No obstante, Acosta lamenta que el uso de estos generadores conlleva un alto consumo de diésel, lo que ha generado gastos superiores a 800 dólares solo en lo que va del mes. Esto sin contar que la factura de electricidad ha sido similar a la de meses anteriores, a pesar de los constantes cortes.

Aun así, el motel no aumentará los precios de las habitaciones, ya que Acosta expresa que hacerlo “reduciría la demanda y no estamos en condiciones de perder clientes”.

“Esperamos que esto sea solo pasajero”, comenta, señalando que un 15 % de su clientela ha disminuido desde que comenzaron los racionamientos eléctricos.

Juan Carlos Macio, gerente administrativo de la cadena Éxtasis, también cuenta con generadores de energía en todos sus locales desde su construcción.

“Nosotros, en el momento en que arquitectónicamente plasmamos la construcción de un nuevo motel u hotel, siempre incluimos un espacio para el generador (eléctrico), buscando excelencia para nuestros clientes”, señala.

El hotel Lilax, en el norte de Guayaquil, parte de esta cadena, posee uno de estos aparatos con un costo aproximado de entre 20 y 30 mil dólares, el cual es insonoro, por lo que no molesta ni a los vecinos ni a las parejas que buscan 'conversar' en sus habitaciones.

Aun así, Macio destaca que tampoco subirán los precios de sus tarifas y que asumirán los costos asociados al uso de los generadores.

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“Nos está yendo fatal”, asegura Brenda Rentería, dirigente de la Asociación de Propietarios y Arrendatarios del barrio La 18, en Guayaquil, en relación con los molestos apagones.

En este punto de diversión para adultos, Rentería afirma que los cortes de energía ocurren, en su mayoría, de 16:00 a 20:00, justo en la hora clave para que las ‘cariñosas’ puedan trabajar. 

Ante la falta de energía para que funcionen los acondicionadores de aire, las sexoservidoras se ven obligadas a irse temprano a sus hogares. “Los pocos generadores que hay no son suficientes… Un mes es peor que otro. Octubre ya está perdido; veremos qué nos espera en noviembre”, lamenta Rentería.

Para su suerte, desde esta semana en aquel sector del suburbio porteño, la luz se irá de 00:00 a 08:00, lo que les da cierto alivio para laborar. “Ya estábamos pensando en hacer plantones porque nosotros también tenemos familia que mantener”, dijo la dirigente.

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