Una hora después del apagón que sumió su sector en la oscuridad, Leonardo Rodrigo Quimí salió de su casa, ubicada en el bloque 17 de Flor de Bastión, en el noroeste de Guayaquil, para conversar con unos amigos. Mientras estaba parado en una esquina, varios sujetos se le acercaron y lo forzaron a subir a una tricimoto para llevarlo a un lugar donde lo ejecutaron.

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El hecho sangriento ocurrió a las 19:00 de este jueves 3 de octubre. El joven de 22 años fue asesinado a tiros en el bloque 2 del mismo sector. 

Su madre, entre lágrimas, relató que Leonardo, el segundo de sus tres hijos, fue secuestrado por desconocidos. En el lugar de los hechos, la policía recogió 25 indicios balísticos de calibre 9 milímetros.

Un miembro de la policía indicó que, de acuerdo con la versión de los moradores, la víctima estaba involucrada en el consumo y tráfico de drogas, lo que podría estar relacionado con su asesinato.

“Lo encontraron en un espacio público, sobre la calzada de una calle secundaria, maniatado, boca abajo y con varios disparos en su cuerpo”, comentó el investigador de la policía. (AEB)

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