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Barrios del norte y sur de Quito han tenido cortes de agua desde hace varios mesesGUSTAVO GUAMAN

Alto consumo de agua en Quito: "Que paguen los que más gastan"

El Concejo Metropolitano de Quito aprobó una resolución para revisar las tarifas del servicio. Los quiteños son gastadores

En medio de la sequía, el alcalde de Quito Pabel Muñoz ha pedido a la ciudadanía el consumo responsables del agua. Por ejemplo, pidió que las duchas sean de no más de cinco minutos. Pero esto, al parecer, irá más allá de la exhortación.

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En la última sesión de Concejo Metropolitano, los ediles aprobaron una resolución que exhorta al alcalde a que realice un diagnóstico y evaluación de las medidas actuales relacionadas con el consumo de agua potable en Quito. Esto será a través de las entidades municipales responsables y tendrán un plazo de 90 días.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el consumo de agua por habitante es de 100 litros, pero en Quito, especialmente en verano, se llega a consumir hasta 250 litros. A esto se suma que el verano se ha extendido, pues las lluvias no llegan a la capital.

¿Quién debería pagar más por el servicio de agua potable?

Este análisis incluye la posibilidad de implementar, mediante una ordenanza o acto normativo, el cobro de una tarifa diferenciada. El concejal Adrián Ibarra indicó que " Los barrios con mayores ingresos económicos podrían asumir un costo más alto, en comparación con aquellos de menores recursos”.

Sin embargo, para los ciudadanos, esta medida debe tomarse con atención. Verónica Barreiro, comunicadora social, opinó que "los costos deberían incrementarse de acuerdo con la cantidad de agua que gastas, que no creo que sea difícil de determinar ¡Vivas dónde vivas!".

Para Tania Espinosa, contadora, sí sería una buena medida el incremento del costo con base al consumo, pues considera que si existen negocios en los que su giro de negocio está en el agua deberían pagar más. "Si no le tocan el bolsillo al quiteño no reacciona", agregó.

Barreiro agregó que los quiteños han estado acostumbrados "a tener agua a raudales, agua buena, de calidad y sin problemas mayores de entrega. Eso siempre ha hecho que el quiteño sea muy irresponsable con el uso del agua".

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