La romería de la Virgen de El Cisne es una de las peregrinaciones más grandes y antiguas de Latinoamérica, y la más importante de Ecuador. Se celebra cada año en la provincia de Loja en honor a la Virgen de El Cisne.

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Durante la romería, miles de fieles ecuatorianos y extranjeros recorren a pie alrededor de 75 kilómetros durante 3 días para acompañar a la imagen de la Virgen en su traslado desde su santuario en El Cisne hasta la ciudad de Loja. Esta caminata es una muestra de devoción y fe profunda hacia la Virgen, a quien cariñosamente llaman "Churonita".

Es una historia de fe y milagros de varios siglos. Todo comienza en 1594, cuando una severa sequía y plagas devastaron los campos y provocaron una hambruna desesperante para los habitantes de El Cisne. 

En medio de esta adversidad, según la tradición, se apareció la imagen de la Virgen María ante los habitantes, quienes se encontraban al borde de abandonar sus tierras. La Virgen les pidió construir un templo en ese mismo sitio y les prometió que recibirían la ayuda necesaria para asegurar la alimentación durante todo el año.

El acto de fe de los habitantes no solo fue recompensado con la construcción de la iglesia, sino que, milagrosamente, la lluvia comenzó a caer, los campos reverdecieron, y la hambruna fue erradicada. Este milagro inicial cimentó la devoción hacia la Virgen de El Cisne, conocida cariñosamente como 'La Churonita', y desde entonces, ha sido considerada una figura de gran poder y benevolencia.

Con el paso del tiempo, la Virgen de El Cisne ha sido asociada con numerosos milagros, atribuyéndole desde la capacidad de curar enfermedades y sanar heridas hasta intervenir en situaciones de extrema gravedad, como el caso de padres desesperados por la salud de sus hijos moribundos. La fama de la Virgen ha atraído a numerosos devotos que creen firmemente en su poder y en sus intervenciones divinas.

Cada año, la devoción hacia la Virgen se manifiesta en una de las peregrinaciones más importantes del país. La imagen de la Virgen de El Cisne es trasladada en una emotiva procesión desde su santuario original en El Cisne hasta la catedral de Loja. 

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Esta travesía, que desafía el frío, el cansancio y el paso del tiempo, es una muestra del fervor religioso de los ecuatorianos. Los fieles, cargados de devoción, caminan junto a la imagen, participando en esta peregrinación con una fe inquebrantable.

La llegada de la Virgen a la catedral de Loja es un evento de gran significancia, donde la imagen es recibida con júbilo y solemnidad. Durante su estancia en Loja, 'La Churonita' es objeto de numerosas ceremonias y actos de veneración, antes de regresar a su santuario original en El Cisne.

El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural destacó que la relevancia de este recorrido es tan significativa que, en 1829, un decreto de Simón Bolívar autorizó que la celebración de la ascensión comenzara en la parroquia de El Cisne y concluyera en Loja.

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