La noche del domingo 1 de septiembre, cuatro turistas, entre ellos dos menores de edad, se extraviaron en el Parque Nacional Cotopaxi. El ECU 911 recibió una alerta sobre la desaparición del grupo en la zona, lo que activó de inmediato los protocolos de búsqueda y rescate en alta montaña.

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El primer indicio sobre la ubicación de los turistas provino de una llamada telefónica realizada por uno de los miembros del grupo, quien informó que se encontraban cerca de unas "piedras rosadas". Con esta referencia, el equipo de rescate inició la búsqueda en los alrededores del primer refugio del volcán Cotopaxi. Sin embargo, tras aproximadamente cinco horas de caminata, las difíciles condiciones climáticas y la oscuridad obligaron a los rescatistas a suspender las labores.

El equipo retomó las tareas de búsqueda en las primeras horas del lunes 2 de septiembre. Fue alrededor de las 09:00 cuando finalmente localizaron a los turistas, quienes habían soportado más de 14 horas a la intemperie en condiciones adversas. El grupo estaba compuesto por tres mujeres de 4, 16 y 24 años, y un hombre de 27 años. Todos presentaban signos de hipotermia y escoriaciones leves en sus extremidades superiores debido a la prolongada exposición al frío y la dificultad del terreno.

Inmediatamente después de ser encontrados, el personal de rescate les proporcionó los primeros auxilios. Los rescatistas se enfocaron en estabilizar a las víctimas, brindándoles abrigo e hidratación para contrarrestar los efectos de la hipotermia. Posteriormente, los turistas fueron trasladados a un centro de salud para recibir atención más especializada.

Las acciones rápidas y precisas de los rescatistas permitieron que los cuatro turistas fueran encontrados a tiempo y trasladados a un lugar seguro, evitando consecuencias más graves.

El Parque Nacional Cotopaxi, conocido por su imponente volcán y su terreno desafiante, es un destino popular para turistas y excursionistas. Sin embargo, este incidente subraya la necesidad de tomar precauciones extremas al aventurarse en estas áreas, especialmente cuando se trata de menores de edad o personas sin experiencia en alta montaña. La combinación de condiciones climáticas cambiantes y la dificultad del terreno requiere una preparación adecuada y un buen juicio.

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