La caída del puente sobre el río Lelia, en Santo Domingo de los Tsáchilas, afectó la tranquilidad de una familia que cuida una hacienda del extremo norte de ese viaducto derribado por la inclemencia temporal del 1 de marzo de 2024.

El problema obligó a cerrar el paso vehicular, pero las personas cruzan por aquel predio. Ana Minda, una de las cuidadoras de la hacienda, cuenta que el dueño les dijo que no impidieran la circulación de transeúntes.

(Te invitamos a leer:  Caso Purga: Así fue el dispositivo de seguridad para trasladar a los detenidos a Quito)

La gente que pide paso ingresa por una pequeña puerta de madera. Luego tienen que caminar por la parte trasera de una casa hasta un viejo puente de cemento. Pasan una puerta metálica y llegan hasta el sur de la hacienda para tomar un bus a Santo Domingo.

La jornada es intensa porque las personas van y vienen a través del predio. “Yo tengo una hermana en Alluriquín y le ayudo en su tienda. Con la caída del puente tengo que cruzar a pie por aquí. Todo se complicó”, dice María Asqui, quien a sus 67 años emprende esa corta pero agotadora travesía.

Cuando la gente pasa aquel puente de cemento, que soporta unos cuantos carros, llegan hasta donde está Wilson Minda, otro de los cuidadores de la hacienda. “Nosotros ayudamos, pero hay gente que es grosera”, cuestiona el joven.

Su tarea es abrir una larga puerta para que los transeúntes abandonen el predio. Y lo único que pide es que quienes crucen solamente saluden y agradezcan. “Deben entender que esto es un predio privado y se está haciendo un favor”.

Segundo Aguilar cuida ganado en una finca cercana de Lelia. Desde que cayó el puente debe pasar por la hacienda de sus vecinos, algo que hacía tranquilamente en su moto antes del colapso. “Lo que más pedimos es que se apresuren poniendo otro puente”, implora.

Sin embargo, ese deseo tendrá que esperar. Johana Núñez, prefecta de Santo Domingo, indicó a EXTRA que el trabajo para reponer el viaducto duraría hasta la tercera semana de abril. “Tenemos un presupuesto de 700 mil dólares para rehabilitar la vía (Alóag - Santo Domingo) y parte de ese dinero se usará para colocar el puente”, que será provisional (bailey). Construir una infraestructura definitiva tomará mucho más tiempo.

Pero por ahora, la gente deberá conformarse en caminar por la hacienda Lelia, cuyos cuidadores se han convertido en los buenos samaritanos de la mayoría de santodomingueños y sus visitantes.

¿Quieres estar informado con contenido de calidad? ¡Suscríbete aquí!