Cerca del río, entre árboles frutales, en medio del silencio, donde Narcisa de Jesús Martillo Morán dedicaba tiempo a contemplar la grandeza de Dios, oraba y procuraba seguir las enseñanzas de Jesús, en ese espacio, ella será declarada como Patrona de la Diócesis de Daule.

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Por primera vez se otorga esta distinción a uno de los personajes canonizados del país para una entidad de la Iglesia Católica ecuatoriana. La misa de la declaratoria es uno de los actos programados por los 155 años de su partida al cielo y se realizará el sábado 07 de diciembre de 2024, a las 10:00, en la hacienda San José, su lugar de origen.

“Nuestra Diócesis ha sido bendecida por el Señor al tener una santa que nació en estas tierras y que nos ofrece un firme ejemplo de una peregrinación hacia la santidad”, dice monseñor Cristóbal Hudlawiec, obispo de Daule, quien refirió que esta proclamación nace por el sentir del pueblo hacia quien hace 16 años fue la tercer creyente ecuatoriana declarada en santidad.

Por las muchas personas que acuden al cantón Nobol, provincia del Guayas, especialmente los fines de semana, a postrarse ante el altar donde reposa el cuerpo de Narcisita, a exponerle sus plegarias, es que consideraron necesario nombrarla patrona de la Diócesis dauleña, creada hace tres años, y se escribió al Sumo Pontífice para que lo apruebe.

Camino de preparación

En el camino de preparación para el evento de la declaratoria, en el Santuario de Narcisita, en Nobol, han recibido a peregrinos y delegaciones de parroquias vecinas y con ellos se ha recordado diferentes aspectos de la vida de la santa guayasense.

Con los recuerdos que se conservan de esta joven, nacida en octubre de 1832, se estima que desde su niñez se destacó por su profundo fervor. A los seis años falleció su madre y ella asumió las tareas de la casa y del cuidado de sus hermanos, sin dejar sus oraciones.

A los 19 años, cuando su padre muere, ella decidió viajar a Guayaquil, donde trabajó como costurera y cuidaba a enfermos, pobres y abandonados, en medio de austeridad y sacrificio. Además buscó ayuda espiritual.

En ese proceso de su entrega a Dios, Narcisa fue enviada a Lima, Perú, donde falleció el 8 de diciembre de 1869, día de Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Ella es ejemplo de humildad y devoción.

Actos por la festividad

La fiesta litúrgica de santa Narcisa de Jesús se recuerda el 9 de diciembre y por ello, desde el 29 de noviembre de 2924, con un pregón, en su templo iniciaron la novena, con misas y velorios en diferentes sectores.

El programa de festividad que también contempla bautizos, la consagración de niños a la santa, concluye el 9 de diciembre con la misa de fiesta y un espectáculo de luces y fuegos pirotécnicos, en el malecón, frente al santuario

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