“Estamos aterrorizados, no sé para qué se robaron los restos de mi sobrino y otros más”, expresó con impotencia Gladys Rojas Navarrete, en la puerta del cementerio general Miguel Vargas, de la parroquia Tarifa, cantón Samborondón (Guayas), al conocer la desaparición de las osamentas de su sobrino Daniel Reyes Rojas, sepultado hace 9 años.

“No fue solo la tumba de Daniel, sino de tres más, las profanadas. Hasta el momento las autoridades no me han explicado cómo sucedió este hecho”, detalló Rojas y pidió que se dote de guardianía en las noches. Solo hay en el día.

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La profanación de las bóvedas fue reportada la tarde del lunes 15 de abril por guardias. Había lápidas destruidas y ataúdes vacíos botados.

Este martes 16 de abril de 2024, peritos de Criminalística de la policía levantaron indicios para tener pistas de quiénes irrumpieron en el cementerio que queda cerrado en las noches. Se cree que en la madrugada habrían trepado la pared e ingresaron a llevarse los restos.

Autoridades del Municipio local no se han pronunciado sobre el hecho, mientas Gladys Rojas y otros parientes de los restos profanados están con incertidumbre. En primera instancia se decía que solo habrían sustraído los cráneos, pero encontraron un féretro  vacío, según detallaron.

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