Una disputa de territorio para la venta de drogas en varias zonas de Quevedo sería el factor principal de las muertes registradas en los últimos días en este cantón de la provincia de Los Ríos.

Según la Policía, los ataques cometidos el viernes 20 de octubre de 2023, en diferentes sectores de la Ciudad del Río, como también se denomina a la localidad riosense, podría ser parte de una ‘guerra’ entre bandas.

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El jefe de la subzona Los Ríos, Wilson Calle, indicó que tres tiroteos fueron producto de una represalia.

El jefe policial precisó que, luego de verificar las grabaciones de cámaras de seguridad, notaron que los dos hombres baleados en el centro de tolerancia conocido como La Loma, habrían participado en dos asesinatos anteriores.

El primer ‘blanco’ del posible conflicto fue Lizandro Limones Santana, quien circulaba en un moto, acompañado de una mujer por el puente a desnivel sobre la avenida Wálter Andrade.

A eso de las 11:00 del viernes 20 de octubre, unos motorizados arremetieron con disparos de arma de fuego contra el hombre, quien cayó sin vida y la mujer que iba con él resultó herida, según el reporte policial.

Los ‘gatilleros’ que actuaron en este hecho, según las primeras hipótesis de la Policía, y huyeron por la avenida Wálter Andrade,  serían los mismos que se dirigieron hasta el hospital del IESS, en Quevedo, y dispararon contra Marcelino Asunción Moreira, de 41 años.

Por las versiones recabadas por los agentes, Asunción estaba comprando pan cuando fue víctima de una ráfaga de disparos y quedó gravemente herido. Moradores levantaron al sujeto y lo ingresaron al hospital, sin embargo, por la gravedad, falleció.

La teoría de la Policía es que ‘panas’ de los dos primeros asesinados identificaron a los atacantes y aprovecharon que los vieron ‘pagando piso’ en el centro de tolerancia, para darles de su ‘propia medicina’.

De acuerdo a vídeos que están en poder de los agentes, fueron cinco sujetos los que entraron hasta La Loma y atacaron a José Rodríguez y a Cristhian Alcívar.

José Rodríguez, conocido en su barriada como Calcibón, habría intentado refugiarse en uno de los cuartos del prostíbulo, pero las balas atravesaron las paredes y lo impactaron.

Ningún familiar quiso referirse a lo acontecido. Unos moradores indicaron que tiempo atrás él tuvo ‘chamba’ como camarógrafo, pero sus malas amistades lo llevaron por mal camino.

El otro fallecido, Cristhian Alcívar, según la Policía, contaba con un amplio historial delictivo y posiblemente estuvo involucrado en los asesinatos.

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