Con el cotejamiento de huellas dactilares y la base de datos de las personas desaparecidas en el cantón Naranjal, en las últimas 72 horas, agentes trataban de identificar el cadáver de un hombre que en la tarde del 5 de junio fue hallado decapitado, torturado y baleado en la vía Taura-Naranjal.

El descubrimiento lo hicieron agricultores. La cabeza de un joven estaba sobre una cartulina, en la cual se podía leer la frase: “Por sapo”.

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Ante la alerta, miembros de Dinased y Criminalística llegaron al punto para levantar los indicios en la escena del crimen. A seis metros del ‘mate’ divisaron entre los matorrales un cuerpo, el cual presentaba siete disparos en el tórax y el abdomen, tenía huellas de tortura y sus piernas mutiladas.

Las autoridades presumen que en la mutilación usaron una motosierra y que el asesinato se dio en otro lugar. Hasta el cierre de esta edición, los restos del decapitado permanecían en la morgue del cantón, a la espera de que algún familiar lo reconociera. 

Cuatro individuos fuertemente armados, a las 00:30 del 6 de junio, pararon el festejo del cumpleaños de Anthony Alvear que se realizaba en un bar del noroeste de Naranjal.

Los desconocidos llegaron a la fiesta, les robaron los teléfonos y dinero a los amigos de Alvear e inmediatamente le disparan al homenajeado en la cabeza, dejándolo sin vida. Luego fugaron en dos motos.

“Nos hicieron arrodillar y dijeron: ‘Al enemigo, mátalo’ y le dieron los tiros cuando cumplía 23 años”, indicó un amigo de Alvear.  

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