El llanto de Liliana Arreaga se escuchaba entre la multitud de personas que rodeaban el cadáver de Maikel Andrés Vargas Palma, de 26 años, asesinado la noche del jueves 27 de junio de 2024, en la parroquia Barreiro, en el cantón Babahoyo, provincia de Los Ríos.

Según testigos, el joven, conocido como Cheo, se movilizaba en una motocicleta y, cerca de las 22:00, unos sujetos lo siguieron hasta matarlo. Moradores quedaron aterrados con lo vivido. La policía llegó casi una hora después y Liliana seguía llorando junto a su marido pidiéndole que despierte. Luego fue apartada para dar paso a las pericias. 

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Finalmente llevaron el cuerpo a la morgue. Arreaga comentó a los agentes que anteriormente Cheo fue amenazado y que por ello vivieron en Puyo, en el oriente ecuatoriano. Hace cuatro meses regresaron a Babahoyo y se establecieron en el sector Muñoz Rubio.

La viuda también explicó que hace 20 días Maikel había recuperado su libertad tras permanecer en prisión. El hombre se mantenía activo en redes sociales e incluso compartía fotos desde la prisión.

La noche de su muerte desapareció la motocicleta en la que andaba. Entre tanto, los agentes investigadores constataron que la víctima registra antecedentes por el delito de robo. También tenía procesos judiciales por tenencia y porte de armas, municiones y explosivos no autorizados.

Personal de Criminalística fijó dos balas deformadas calibre nueve milímetros y12 indicios balísticos cerca del cadáver del veinteañero.

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