Un pequeño altar adornado con flores, velas encendidas y mensajes de aprecio, junto a la foto del venezolano Jonathan Alejandro Faneite Carrasquel, llama la atención de quienes transitan por la calle Guido Chiriboga, la arteria más comercial y turística de Montañita.

“Recibe este homenaje para que tu alma y tu corazón vuelen alto. En Montañita te vamos a recordar siempre, amigo. Lloramos tu partida a la eternidad. Nos consuela saber que desde el cielo ayudarás a salir adelante a esta tierra”, se leía en uno de los tantos escritos que acompañan el altar

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El Gato, como todos conocían a Faneite Carrasquel, fue víctima colateral de la matanza ocurrida la noche del pasado 21 de mayo, cuando en un restaurante fueron asesinadas seis personas y otras seis resultaron heridas.

El extranjero era el propietario de ese negocio, en sociedad con su hermano Ángel. El día del ataque a balas, el Gato estaba asando las carnes para atender a los comensales que habían copado su local, mientras su ñaño había salido a buscar unos ingredientes.

Al pie del negocio que con tanto esfuerzo logró abrir es donde se le rinde el homenaje póstumo por nueve días, como se acostumbra realizar a los comuneros que fallecen. Aunque en esta ocasión solo se encienden velas y los que acuden oran en silencio.

El local de comidas aún no abre las puertas al público y aunque ha pasado más de una semana del terrible crimen, los lamentos por la muerte del chamo continúan. “Le tocó atender a la muerte y también se lo llevó a él. Es una desgracia muy grande”, comentó un morador. 

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