Los cuerpos de la familia Licuy Grefa fueron escoltados por una caravana de vehículos que llegó hasta la morgue de Riobamba. De ahí partieron hacia la comunidad de Talac, en la provincia de Napo, donde los esperan para darles el último adiós. Ellos murieron arrastrados por un aluvión en la parroquia Cebadas (Chimborazo), cuando solo faltaba una hora para llegar a su destino.

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El sargento Misael Licuy, una de las víctimas, prestaba servicio en la Brigada Galápagos y estaba a punto de ascender, según compañeros suyos que llegaron para ayudar en las tareas de búsqueda. Él fue el primero en ser ubicado, porque el cinturón de seguridad mantuvo su cuerpo dentro del auto en el fondo de la quebrada.

Asimismo, sus ‘bodies’ fueron quienes hallaron a Jovita Matilde Grefa, de 44 años, esposa de Licuy, y a su sobrina Karina Grefa, de 19. No encuentran aún a su hijo Joan, de 4 años.

“Fue un trabajo fuerte, el agua venía a ratos con fuerza, fue muy difícil salir, pero los encontramos a un kilómetro cerca de llegar al río Cebadas”, contó el capitán Aguirre, de la Policía Nacional. 

El resto de la familia llegó desde Tena en varias camionetas. Según Rafael Cerda, tío de Jovita, la familia aprovechó los días de franco de Misael y fueron a visitar su tierra. “No había paso, por eso dieron la vuelta por Macas”, relató.

El hombre destacó que todos están muy afectados y que por ahora se llevarán los restos de sus familiares, pero estarán pendientes del pequeño Joan que todavía no ha sido hallado. “Vemos que es complicado, ojalá nos lo devuelvan para que todos puedan descansar juntos”, acotó.

Equipos del GOE, Policía y Cuerpo de Bomberos continúan las tareas de búsqueda por las riberas, ayudados por drones. Las autoridades creen que el niño pudo ser arrastrado hasta el afluente por la corriente. 

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