Con la ejecución de diez allanamientos se detuvo a nueve personas y, según la Policía Nacional, se desarticuló una presunta banda delictiva dedicada al robo de vehículos y accesorios.

El teniente coronel Luis Hidalgo, jefe de la Policía Judicial de Cotopaxi, explicó que los operativos se realizaron en los cantones Latacunga y Saquisilí, en Cotopaxi, así como en los sectores San Roque, La Vicentina, Chimbacalle, entre otros sitios estratégicos de Quito.

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Los detenidos, ocho hombres y una mujer, todos ecuatorianos, tienen procesos judiciales abiertos por delitos relacionados con asociación ilícita, estafa y comercialización ilegal de autopartes.

La Policía Nacional inició las pericias iniciaron tras detectar un incremento en el robo de vehículos y autopartes en la provincia de Cotopaxi. A partir de estos hallazgos, se aperturó una indagación previa (IP) en conjunto con la Fiscalía, que permitió seguir la pista a la organización delictiva. A los investigadores les  tomó cerca de seis meses con los sospechosos.

 Según informó el teniente coronel Hidalgo, esta banda criminal tenía su base de operaciones en varias provincias de la zona central del país. Según las primeras investigaciones esta presunta organización delictiva operaba en Cotopaxi, Pichincha, Tungurahua y Chimborazo.

La Policía Nacional detalló que la organización desarticulada operaba bajo una modalidad rápida y efectiva. Los delincuentes identificaban vehículos estacionados en las vías públicas y, en cuestión de minutos, lograban sustraer partes del automotor o, en algunos casos, llevaban el vehículo completo para su desmantelamiento. 

Las autopartes robadas eran vendidas en mercados informales, donde las víctimas del robo, en muchas ocasiones, intentaban adquirir las piezas nuevamente para reparar sus vehículos.

El operativo también incluyó la colaboración de la Policía Judicial de Quito, que realizó los seguimientos en la capital ecuatoriana. A través de las cámaras de videovigilancia instaladas en varias zonas de la ciudad, lograron identificar los vehículos utilizados para cometer los ilícitos, lo que facilitó la planificación y ejecución de los allanamientos.

Durante los allanamientos incautaron diversos indicios que relacionan a los detenidos con los robos. Entre las evidencias se encontraron dos vehículos tipo Jeep, 11 terminales móviles, dos dispositivos electrónicos, seis accesorios de vehículos y 157 dólares en efectivo.

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