Una decena de estudiantes de las Universidades Estatal y del Azuay, en Cuenca, con plantones y otras manifestaciones, denuncian presuntos actos de acoso sexual en contra de las alumnas. El acusado es un docente de la facultad de Jurisprudencia, de dos centros de estudios superiores.

El presunto hecho cumplía la ruta de investigación a través de la Junta Cantonal de Protección de Derechos, proceso que se abaliza con la orden de suspensión temporal de actividades que desarrolla el docente, señalado como el presunto acosador.

Además, la Junta Cantonal extendió boleta de auxilio y orden de restricción de acercamiento a favor de las estudiantes de los dos centros de estudios superiores de la capital azuaya, como medida de protección inmediata para cesar o detener la violencia. Sin embrago, el juez de la Unidad de Violencia revocó la medidas emitidas por la Junta.

Se trataría de un acoso 'sistemático', señaló una de la jóvenes víctimas.

Ante la situación, la Universidad Estatal de Cuenca se pronunció señalando como institución educativa reafirma su defensa al derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en el ámbito público y privado y que se solidariza con las víctimas de toda forma de violencia.

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La Junta Cantonal de Protección de Derechos de Cuenca emitió medidas de protección en contra de un profesor y a favor de una estudiante, denunciante, de la Universidad del Azuay (UDA); y, considerando que el docente también imparte cátedra en la Universidad de Cuenca, la Junta dictó medidas preventivas a ser aplicadas en las dos universidades, medidas que posteriormente fueron revocadas por el Juez competente.

La Universidad de Cuenca mantiene una política rigurosa en relación a conductas de acoso, abuso, discriminación y cualquier tipo de afectación a los derechos de los miembros de la comunidad universitaria. Por ello, señala un comunicado oficial, que han construido un conjunto de estrategias y acciones concretas para prevenir y erradicar el problema estructural y cultural de la violencia de género.

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