Se apagó la esperanza para las familias de los cuatro jóvenes desaparecidos en el cantón Puerto López, provincia de Manabí, tras el hallazgo de cuatro cadáveres en la comuna Curía, al norte de la provincia de Santa Elena, la mañana de este miércoles 7 de agosto de 2024.

Según indicó un allegado de uno los desaparecidos, aguardaban que ellos estuvieran vivos y unos parientes habían planificado viajar hasta el cantón Naranjal, provincia del Guayas, luego de conocerse que el vehículo en el que se movilizaban los jóvenes había sido localizado en esa localidad y era manejado por un sujeto con amplio historial delictivo. 

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Pero, al difundirse el hallazgo de los cuerpos en Santa Elena, tomaron hacia la Ruta del Spondylus para  la identificación de los cadáveres. Un tatuaje habría sido clave para reconocer uno de los cuerpos que estaban en fundas grandes de color negro. Era una de las dos chicas que buscaban desde el sábado 3 de agosto de 2024, en Puerto López.

En Puerto López mantenían la esperanza de hallar con vida a Kiarine Valeska Peña Catagua,  María José Quinteros Pérez, Israel Roberto Paredes Reyes y Kevin Antonio Mero O’brien y, a través de  redes sociales, difundían sus fotos y pedían que ayuden a localizarlos. En las viviendas de los jóvenes manabitas realizaron jornadas de oración, sin embargo todo se desvaneció la mañana de este miércoles 7 de agosto.

Moradores de la comuna Curía, en Santa Elena, se percataron que al costado de la vía habían cuatro fundas grandes de color negro de las que emanaba un hedor. Algunos pensaron que se trataba de basura dejada por un mal ciudadano, pero cuando los perros removieron uno de los paquetes vieron una pierna humana. Entonces todos se alarmaron y alertaron a la policía.

Agentes llegaron al sitio y se armó el protocolo para que lleguen los especializados. Luego de revisar los bultos se confirmó que eran cuatro  cuerpos en estado de descomposición. Cada fallecido había sido embalado y colocado en funda.

"Por Dios santo qué es esto", dijo la pobladora Margarita Flores, mientras presenciaba el levantamiento de los cuerpos. Ella y otros habitantes indicaron que es la primera vez que se realizan un terrible hallazgo en la citada comuna. Las diligencias continuaron y los agentes mantenían reserva. 

Con las pericias tácticas, los agentes ubicaron, a través de GPS, el vehículo en que se movilizaban los jóvenes habían salido de farra en el cantón manabita, una camioneta blanca con una franja verde, de placa MAA-7490. El carro fue ubicado el domingo 4 de agosto y era manejado por un ciudadano, quien había llegado al  cantón Naranjal, en la provincia del Guayas, para disfrutar de un festival gastronómico

Según el jefe policial del cantón guayasense, coronel Félix Fiallos, el sujeto “viajaba osadamente en el carro de las víctimas” y andaba con su familia. Fue arrestado como sospechoso de la desaparición de los jóvenes y revisando los archivos policiales confirmaron que  tenía antecedentes por los delitos de tenencias de armas, atracos, robos, hurto, evasión, narcotráfico y delincuencia organizada.

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