Con la explotación de más de tres cámaras de seguridad de la parroquia La Aurora, miembros de la Policía Nacional de Daule, hasta el mediodía del 5 de agosto, trataba de identificar al taxi que fue usado para ejecutar el crimen de Daniel Roberto Rambay Mateo, el cual se produjo el viernes 4 de agosto en los exteriores de una ciudadela privada, de la mencionada parroquia dauleña.

El joven, de 24 años, llegó hasta la garita a las 16:30, iba en una motocicleta y esperaba que un residente dé la orden de ingreso, situación que fue aprovechada por sujetos que iban en taxi, quienes le ‘pegaron’ siete disparos en la cabeza y tórax.

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Los sicarios fugaron a gran velocidad con dirección a la parroquia Pascuales de Guayaquil. Un video que se volvió viral en las redes sociales es la pieza clave de la Fiscalía y la Policía. En la grabación de 30 segundos se observa todo el accionar de los asesinos, quienes no tuvieron necesidad de bajarse de automóvil amarillo para ejecutarlo. Las autoridades presumen que un fusil fue usado en el crimen.

El abatido no tenía antecedentes penales y residía junto a su familia en la calle Tungurahua y la B, barrio del Cristo del Consuelo, suroeste de Guayaquil.

El cadáver de Daniel fue retirado de la morgue de Daule, donde sus allegados por miedo a represalias evitaron dar detalles a la prensa.

“De milagro mi hija, de 5 años, y yo estamos vivos. La moto estaba delante de mi carro cuando fue el tiroteo. Retrocedí el auto, nos agachamos y Dios nos dio una nueva oportunidad”, dijo un residente de la urbanización dauleña que fue escenario del crimen de Rambay.

El mayor Franklin Castro Ibarra, jefe encargado del distrito policial de Daule, confirmó a EXTRA que Daniel acudió a esta urbanización a vender su motocicleta a un residente de este lugar.

El negocio del liviano vehículo se había concretado horas antes por la red social Facebook. "Estamos investigando si el presunto comprador es residente o no de este conjunto habitacional. Al joven, no le robaron nada, fue una muerte selectiva, por lo que presumimos una venganza o problema interpersonal", recalcó Castro Ibarra. 

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