Desde que encontraron el cuerpo de Miriam Salinas, de 42 años, el sospechoso de su muerte, su pareja, Raúl López, estuvo desaparecido, pero la tarde del lunes 18 de diciembre agentes de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) de Tungurahua lo ubicaron.

Él se había escondido en el predio de la vecina de un cuñado, en las calles Oriente y Quevedo, en el sur de Ambato, pero lo reconocieron y alertaron a los policías.

El sujeto, al verse acorralado por los servidores policiales, cogió un pedazo de vidrio y se hirió en el cuello, según informó la policía. Los agentes lograron detenerlo y lo trasladaron hasta el Hospital del Seguro Social de Ambato, donde está asilado con resguardo policial.

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Él es investigado por la muerte de la mujer, cuyo cuerpo hallaron el sábado 16 de diciembre de 2023. Familiares de la víctima piden que se lo sancionen con la máxima pena.

“Cuántas veces le dije a él que deje de maltratar a mi hermana, pero no me hizo caso. A Miriam también la aconsejamos, pero ella solo nos decía que lo amaba. Tenían menos de una semana de la última reconciliación y la mató. Fue una muerte muy fea”, lamentó Francisco Salinas.

El hombre contó que el cuerpo de su hermana Miriam estaba en descomposición. Lo hallaron en el barrio El Arbolito, en Huachi Grande, sur de Ambato.

Francisco sospecha que su cuñado, de 58 años de edad, habría asesinado a su hermana tres días antes. Miriam estaba recostada en la cama, con tres puñaladas en el tórax. También presentaba quemaduras en algunas partes.

En la habitación encontraron una funda para guardar cadáveres y los parientes presumen que el sujeto intentaba desaparecer a la mujer con la que convivió. Ahora esperan que la justicia establezca qué realmente sucedió dentro de la casa. 

En el barrio donde ocurrió el asesinato no conocían a Raúl, pero sí a Miriam, quien al parecer creció en el sector.

Medardo López, vecino de El Arbolito, lamentó lo ocurrido y aconsejó que si ya una pareja no se entiende es mejor separarse.

Para Maritza Gamboa, del Colectivo Ana de Peralta, la falta de asesoría integral de parte del Estado hace que muchas mujeres cedan ante la presión de las parejas.

Ella mencionó que los agresores son personas que también necesitan de asistencia profesional, para evitar que cometan femicidios. (YIE)

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