El buzo negro y el jean azul que vestía permitieron a un hombre identificar a su hijo, quien estaba desaparecido. Lo hallaron ‘tieso’ a un costado de la vía al recinto Artillería, de la comuna Petrillo, en el cantón Nobol, Guayas.

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El cuerpo de la víctima, de 17 años, fue visto a las 17:00 del viernes 23 de agosto de 2024, por dos vaqueros, quienes reportaron el hecho. Agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) de Salitre confirmaron que el occiso presentaba ocho heridas de bala, en cabeza, rostro y espalda.

Además, señalaron que la víctima tenía sus manos y piernas amarradas con una soga. Antes de acribillarlo, presuntamente lo torturaron para luego abandonarlo entre la maleza y los árboles de ciruela.

El perito Jimmy Sares, de la Unidad de Criminalística de Daule,  mencionó que cerca del cadáver, recogió 4 casquillos percutidos 9 milímetros, por lo que se presume que una pistola automática se usó para la ejecución de este adolescente.

Hasta la tarde de este sábado 24 de agosto, los uniformados investigaban las circunstancias de la desaparición del joven y esperaban la colaboración de sus familiares, para esclarecer la motivación de esta muerte violenta. 

Un conocido de la víctima  expresó que el joven era oriundo del recinto Puente Lucía, del sector de Pascuales, de Guayaquil, y que desconocía las cosas de su muerte. "Era un buen muchacho, no sabemos por qué tanta crueldad hacía él", acotó el pariente. 

El joven se habría desaparecido en la mañana del viernes y por el estado en que lo encontraron, casi al caer la tarde, de ese día, calcularon que al menos tendría unas seis horas de fallecido.

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