Dos asesinatos y la irrupción violenta de unos sicarios al hospital de Santo Domingo de los Tsáchilas causó pánico en la provincia.

Uno de los crímenes se dio en el barrio Las Mercedes, cuando unos sujetos llegaron hasta la vivienda de Antonio Ilbay, durante la noche del lunes, y lo amenazaron, según su esposa, por un dinero y un quintal de arroz. Luego de eso le dispararon 16 veces hasta causarle la muerte: 13 de los balazos le hirieron.

En la madrugada, en cambio, se produjo un hecho alarmante. A la Policía le informaron que unos tipos armados habían entrado al hospital Gustavo Domínguez.

Una patrulla fue al sitio para revisar y los agentes conversaron con el guardia, quien les dijo que siete sujetos habían entrado por la puerta 1 vestidos con chompas de policías. Su intención habría sido ‘virar’ a un hombre que fue baleado en El Carmen, Manabí, hace unos días.

Los tipos amenazaron al celador para ingresar a la fuerza en la casa de salud. Al no localizarlo, los armados huyeron del sitio y, en ese momento, fueron perseguidos por los gendarmes que llegaron para investigar.

Cuando les pidieron que se detuvieran, un carro que custodiaba a los prófugos se les acercó y desde el interior dispararon a los policías. Así lograron evadir la detención.

Uno de los agentes recibió un ‘pepazo’ en el abdomen, pero el chaleco antibalas le salvó la vida.

A esta lista de ataques se unió el que ocurrió en el barrio Santa Martha, donde fue asesinado un chico, de 25 años, llamado Fernando Verduga. Según el informe policial su muerte se habría dado porque se negó a formar parte de la banda de Los R7.