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El Oro: A Los Zetas no les importó el dolor de tres familias ecuatorianas
La madre de uno de los migrantes asesinados en México contó todo el suplicio que ha vivido. Pagó 23 mil dólares por su liberación, pero fue en vano.
“Yo quiero viajar para darles una mejor vida a ti y también a mis hermanos”, fue la promesa que Jeremy León le hizo a su madre Bertha Ordóñez antes de emprender la travesía desde su natal Pasaje, El Oro, a Estados Unidos, hace cinco meses.
Pero por el cartel mexicano Los Zetas, eso jamás se cumplirá. León, de 20 años, fue secuestrado y asesinado por ese grupo narcocriminal en Ciudad Juárez, junto a otros dos ecuatorianos: Jonathan Morocho y Alejandro Malla, oriundos de Zamora Chinchipe y Azuay, respectivamente.
Madre de Jeremy
Bertha contó a EXTRA el suplicio que ha vivido desde que se enteró de que su ser querido estaba en manos de esos asesinos. “Logramos conseguir 17 mil dólares para que mi hijo viajara. Con eso pagamos a una coyotera para que lo llevara en avión porque pensamos que sería más seguro”.
Jeremy partió en agosto pasado y un mes más tarde envió un video a su mamá para decirle que ya había llegado a Estados Unidos, pero todo era mentira. Él y los otros chicos seguían en México, “solo que no sabemos cómo fueron secuestrados”, contó Bertha, quien empezó a recibir los mensajes de los narcocriminales.
El pago
“Primero nos escribían y luego se consiguieron el número de una hermana mía para llamarle. Nos maltrataban y nos insultaban y decían que lo asesinarían (a Jeremy) si no les dábamos lo que pedían”, rememoró Bertha.
A la mujer le exigían el pago de fuertes sumas de dinero a cambio de liberar a su vástago. Desesperada, pidió plata y depositó 23 mil dólares, pero nunca tuvo una respuesta favorable, ni siquiera pudo conversar con Jeremy.
World Vision International
Fue entonces que decidió denunciar el hecho. La Cancillería explicó a este medio que ellos conocieron del caso a finales del año pasado y se solicitó la investigación a la Fiscalía mexicana.
Pero a mediados de febrero de este año, el Ministerio de Relaciones Exteriores recibió la confirmación del asesinato de Jeremy y de las otras dos víctimas. La cartera estatal, a través de un correo electrónico remitido a EXTRA, dijo que se está atendiendo y acompañando a las familias en los procesos de ubicación, identificación y repatriación.
Complicidad
Bertha quedó destrozada cuando las autoridades la contactaron para decirle que su hijo había muerto. “Me mostraron una foto de él en la morgue”, narró esta angustiada madre, quien no volvió a saber más de la coyotera a la que contrataron.
Ella cree que esa mujer tiene algo que ver con el secuestro y muerte de Jeremy, quien era el segundo de cuatro hermanos y laboraba en bananeras.
Y la hipótesis que maneja la señora no sería tan descabellada porque, según Gabriela Becerra, coordinadora de comunicaciones de la respuesta migratoria World Vision International, los coyoteros tienen ‘convenios’ con las mafias mexicanas.
“Tienden a hacer negocios con ellos para ‘garantizar’ el paso de los migrantes. Y más en los territorios que son ‘gobernados’ por los carteles”, explicó. Además, agregó que cuando no se llega a algún tipo de acuerdo con los narcocriminales, las víctimas son dejadas ‘a la buena de Dios’.
Por ahora, el único consuelo que le devolverá algo de paz a Bertha será tener a su hijo de nuevo en Ecuador, aunque para sepultarlo.