Ni el estado de excepción, que comenzó el 1 de abril pasado, ni que hoy sea Viernes Santos, detuvo la ola criminal que se ha apoderado de Guayaquil. Los dos últimos hechos de sangre se registraron durante la madrugada, horas en que rige el toque de queda.

A las 04:00 en Flor de Bastión, en el sector de la Carbonera, en el noroeste porteño, un hombre, quien no portaba documentos de identidad, fue atacado por sujetos que llegaron a bordo de una motocicleta. Su cuerpo quedó sobre la calzada.

Este suceso fue reportado por un morador que observó el cadáver. En el lugar se hallaron dos indicios balísticos.

Una hora después, a las 05:00 en la manzana 22, de la cooperativa Nueva Granada, en el Guasmo sur de Guayaquil se produjo otro hecho. El occiso tampoco tenía documentos que permitieran conocer su identidad.

De acuerdo a versión de lugareños a testigos los asesinos se movilizaban en un carro de color negro. En la escena del crimen se hallaron 16 vainas percutidas, calibre 9 milímetros.

Estos dos sucesos se registraron en los distritos de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) los con mayor número de muertes violentas en lo que va del año, en Ecuador.