Que haya recuperado su libertad Junior Alexander Roldán Paredes, el segundo líder de la organización criminal Los Choneros, no debe asombrar a nadie, sostienen un investigador de la Fiscalía y un especialista en temas de seguridad, quienes ayer fueron consultados por EXTRA.

¿Por qué? Porque legalmente no tenía impedimentos para su excarcelación: se habían unificado sus penas, cumplió más del 40 % de estas, como contempla el Código Penal anterior (con el que había sido sentenciado) y tenía un informe favorable de su conducta de parte del Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI), ente a cargo de las cárceles del Ecuador.

Además, por el último proceso que se abrió en su contra recibió un dictamen favorable y no fue llamado a juicio por el delito de tráfico de armas de fuego, nucleares y biológicas. Este caso se inició el 16 de diciembre dex 2022, un día después de que saliera -por primera vez de forma oficial- del Centro de Privación de Libertad 4, más conocido como cárcel Regional.

En esa ocasión, alias JR apenas había recibido el beneficio de la prelibertad, para el cumplimiento de una pena en régimen semiabierto. Sin embargo, un enfrentamiento a tiros entre la caravana que lo custodiaba y unos agentes, en una zona residencial de La Aurora, en Daule (Guayas), lo llevó de vuelta al reclusorio, hasta la tarde del 14 de febrero de 2023.

Esto debido a que el fiscal Julio Sánchez, quien resolvió no acusarlo en la última investigación, no habría encontrado indicios que lo afecten, porque las armas que servían de evidencia y que inicialmente fueron ingresadas como ilegales, resultaron tener documentación en regla, con el registro de una compañía de seguridad, de acuerdo a lo detallado en el expediente del caso.

Se ‘pegó’ un susto

Mientras JR y su custodia se dirigían al cantón El Triunfo, de donde es oriundo, un operativo policial los detuvo en la carretera como parte de un control de rutina. En un vídeo que circuló en redes sociales se pudo observar a Roldán de pie en los exteriores de un vehículo. Luego de una revisión, el líder chonero siguió con su camino.

Esta información se viralizó al amanecer y luego, a través de su cuenta de Twitter, el ministro del Interior, Juan Zapata, informó de un presunto tiroteo que hubo tras la salida del ‘capo’ guayasense (ver infografía).

A ‘tapiñarse'

Un investigador de la Fiscalía, bajo reserva de su identidad, cuenta que en El Triunfo Junior Roldán es temido, aunque hay una parte de la población que lo apoya, por la ayuda social que ha brindado y por las fiestas de Navidad y fin de año que organiza cada diciembre, con regalos y presentación de artistas.

También explica que esta localidad es una especie de fortaleza para JR, porque estaría bajo su dominio. No obstante, sostiene que si el individuo se confía y descuida su seguridad, se convertiría en un blanco fácil para sus enemigos, quienes en este momento quisieran eliminarlo.

Con la opinión del funcionario coincide Daniel Pontón, experto del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN). Él menciona que, al menos en las primeras semanas, Junior Roldán “se mantendrá en perfil bajo para no llamar la atención”.

Y argumenta que no solo sus enemigos buscarían encontrarlo en una situación vulnerable, sino también la Policía, para encerrarlo nuevamente, porque el Gobierno en este momento quisiera encerrarlo de nuevo: “el costo político de su salida es muy alto, es un golpe...”, señala.

Por eso no descarta que algún investigador busque colocarle un señuelo, una ‘cascarita’, para atraparlo en delito flagrante.

Pontón indica que la necesidad económica podría llevar a JR a cometer un error, en caso de que continúe con sus actos ilícitos, aunque tampoco deja de lado alguna situación afectiva o social, que lo lleve a querer salir con más frecuencia o a visitar personas que en sus más de 13 años de encierro (fue detenido en enero de 2009) no ha logrado ver.

La historia de su líder

Otra situación en la que Pontón y el investigador coinciden es que alias JR debe tener en cuenta lo que ocurrió con quien fue su jefe, Jorge Luis Zambrano González, apodado JL o Rasquiña. Él también había recuperado su libertad bajo el mismo régimen semiabierto y fue asesinado mientras paseaba por un centro comercial de Manta, en Manabí, el 28 de diciembre de 2020.

Incluso, fue luego de su muerte que él ‘ascendió’ y se ‘coronó’ como subcomandante de Los Choneros. A raíz de ese crimen también hubo la separación de dos células importantes para este agrupación: Los Lobos y Los Tiguerones. Ahora, son enemigos.

Cuestionamiento

El presidente de la República, Guillermo Lasso, cuestionó “con indignación” la salida de prisión de JR, a quien calificó como el “más grande y peligroso delincuente (...). La justicia y la Fiscalía han permitido que salga libre. Es lamentable...”.

Nelson Yépez, analista en Seguridad, da en parte la razón al mandatario y expresa que “JR qué culpa tiene que tengamos una justicia como la que tenemos (...). Él sigue haciendo las cosas porque se las permiten...”.

Huelga y reclamos

Los voceros de Los Choneros, en su página de Facebook, publicaron en las últimas semanas reclamos porque su líder, alias JR, no era liberado. Incluso, informaron de un huelga de hambre que se realizaba en la cárcel Regional, como medida de protesta e identificaban a Roldán como un “preso político”.

Se acerca a la edad ‘maldita’

De acuerdo a publicaciones de los asesinatos de líderes criminales, en Ecuador, la mayoría no ha superado los 40 años de vida. Uno de esos fue Jorge Luis Zambrano, el extinto líder chonero, quien fue atacado a tiros a sus 39 años.

Otro fue William Humberto Poveda Salazar, alias el Cubano: fue decapitado a los 39 años dentro de la cárcel Regional. Darwin Eddy Corozo Camacho, alias Jessy, llegó a los 40 años. Fue apuñalado en la cárcel de Latacunga.

De los líderes de bandas contemporáneos, solo Fito, de 43 años, ha superado esa barrera. Este año, Junior Roldán cumplirá 39.

Detenido con ‘tuco’ de armas

Respecto al incidente que mencionó el ministro del Interior, Juan Zapata, horas después, en el cuartel modelo de Guayaquil se informó que hubo un detenido en consecuencia: Christopher Jairo Calero Fajardo.

El ciudadano y otros individuos, a bordo de vehículos, evadieron el operativo de control montado por la liberación de JR, iniciándose una persecución entre ellos y los gendarmes.

“Realizaron detonaciones con armas en contra de los vehículos policiales”, refirió el coronel Fabary Montalvo, subcomandante de la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).

Calero estaba en un carro con cuatro sujetos más quienes, para evadir a los uniformados, ingresaron a una vía alterna, en la comuna Petrillo, hasta llegar a una zona de matorrales.

Los acompañantes de Calero huyeron, pero él fue capturado. Como evidencias se encontró un fusil calibre 2.23 milímetros, una cartuchera, 43 cartuchos de diferentes calibres y un automotor. Dos policías resultaron heridos y están hospitalizados.