Jonathan Elías Briones Barcia quedó sin vida en casa y cama ajena. Los dueños de la vivienda en la que ‘cayó’ estaban asustados y confundidos porque desconocían lo que sucedía. 

Minutos antes, Briones Barcia había estado de ‘jama’ en una vereda con Edisson José Farfán Álava, de aproximadamente 45 años, y otras personas más fuera de un local ubicado en la calle Velasco Ibarra, del barrio Santa Cruz, en el centro de Jaramijó, cuando fue perseguido para ser baleado.

Según el coronel Luis Cano, jefe policial del distrito Manta, el fallecido, quien registraba antecedentes por asociación ilícita y ocultación de cosas robadas, por su instinto de supervivencia trató de huir y se metió a una vivienda cercana al lugar del ataque. Sin embargo, varios tiros lo alcanzaron y al ingresar al inmueble cayó sobre una cama donde ‘durmió’ eternamente.

En cuestión de segundos, el hogar extraño se convirtió en la escena de un crimen, los uniformados ingresaban y salían, recogían indicios y finalmente levantaron el cadáver desde la ensangrentada cama.

Por otro lado, uno de los acompañantes de la ‘comilona’, Edisson Farfán, terminó igual que Briones: asesinado.

El cuerpo de Farfán, a quien conocían como Keno, quedó tirado al costado de los neumáticos delanteros de un automóvil, aparentemente de su propiedad. Los disparos fueron direccionados a la cabeza y pecho, causando la muerte de inmediato.

El coronel Cano, por su parte, indicó que en la escena se levantaron un total de 30 indicios balísticos y que los pistoleros se movilizaban en un automóvil Kia.

Una muerte similar tuvo su ñaña, María Otita Farfán. La mujer fue acribillada en los exteriores de un taller en la urbanización Urbirríos, en Manta, en el año 2016.

La Policía Nacional investiga a una tercera víctima, quien presentó una herida de bala en su pierna derecha. El hombre fue trasladado por bomberos a un hospital local. “Se indaga si fue un blanco colateral o acompañaba a los dos fallecidos” dijo el uniformado.