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Esta foto fue tomada poco antes del ataque.Cortesía

Hijo de Fito fue atacado cuando practicaba un acto religioso

El perjudicado velaba a san Judas Tadeo, el Divino Niño y a la Virgen de Guadalupe cuando los criminales dispararon y lanzaron granadas a su casa.

“La familia no se toca. La familia es la familia, pero robotizan a un poco de ignorantes que no respetan los códigos”, es la queja que los denominados voceros de Los Choneros publicaron en su cuenta de Facebook tras el ataque a tiros y con granadas en contra del hijo de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, su líder.

El hecho, considerado por ellos como un “acto cobarde”, se registró en Manta cerca de la 01:00 del domingo 11 de diciembre de 2022 y el perjudicado por laceraciones y quemaduras fue Jair Macías, de quien hasta el cierre de esta edición se desconocía el estado de salud. Por la misma vocería de la agrupación criminal, se supo que el día del ataque, en horas de la tarde, era intervenido quirúrgicamente.

Para Kléber Carrión, oficial retirado de la Policía y experto en Seguridad, ya no se puede hablar de códigos, porque las bandas delictivas “ya los rompieron hace mucho, cuando empezaron a matar niños, ancianos, mujeres embarazadas...”.

Se conoció que miembros de esta agrupación sospechan que alguien dio información a los enemigos para facilitar el ataque.

En los exteriores de la casa también sufrió daños un vehículo.Cortesía

Además, hace una aclaración, que en este caso “aún no se puede hablar de que el ataque haya sido específicamente porque es hijo de Fito, porque este chico no es un menor de edad. Hay que analizar a qué actividades se dedicaba, en qué andaba. Esperemos que las investigaciones sean realmente buenas para que se esclarezcan los móviles”.

Represalias

Carrión señala que es bastante probable que este hecho genere un aumento en el nivel de violencia entre bandas. “No hay lugar a dudas de que habrá una reacción (...) y si las investigaciones quedan en la nada, ellos (los criminales) seguirán tomando la ley y las decisiones por su propia mano. Ellos se creen los todopoderosos”, afirma.

Velorio

Cuando ocurrió el atentado, en el portal de la casa de Macías, ubicada en el barrio La Pradera, se realizaba un velorio. Este es un acto religioso en el que se colocan velas alrededor de un altar con imágenes que los organizadores veneran. En este caso, tenían efigies del Divino Niño, la Virgen de Guadalupe y de san Judas Tadeo, según se pudo observar en una fotografía publicada por Michelle, la hermana del herido.

La imagen era acompañada de un texto: “Quién iba a imaginar que después de tomarte esta foto pasaría todo esto que estamos viviendo (...). Mi san Judas y todos mis santos, protéjanmelo”.

"Los santos, como san Judas Tadeo, son como un cuchillo. Cualquiera los puede usar para el bien, como también para el mal. Tienen un lado oscuro”.
Shirley Barahona, cartomántica

Salvajismo

Que el ataque ocurriera al momento de un rezo, “refuerza que ya no hay códigos. Eso antes respetaban. Se dejaban espacios para momentos espirituales e íntimos. Siendo delincuentes se respetaban. Ahora solo buscan la oportunidad de hacer daño. Ya no hay códigos, hay un salvajismo total”.

Creencias

En México, algunas organizaciones criminales han puesto su fe en san Judas Tadeo, por ser el santo “de las causas difíciles (...). Estas personas buscan en él la protección que necesitan para realizar sus actividades”, se explica en una nota del portal El Sol de México. En esta publicación se revela que el cartel de Sinaloa tendría a este santo como su patrono.

"Estos códigos son normas subjetivas entre personas, en este caso delincuentes, pero ya han trastocado todo y no se puede hablar de que aún existan”.
Kléber Carrión, exoficial

Tienen un lado oscuro

Shirley Barahona, experta en brujería y rituales, explica que los santos tienen dos lados: el del bien, que sirve para pedir sanaciones y prosperidad, y el oscuro, en el que se pide protección cuando se comete algún mal. “Los utilizan narcotraficantes porque muchos de estos son devotos. Incluso, llegan a pagar procesiones, como lo hacía Pablo Escobar”, sostiene.

Añade que a san Judas Tadeo le rezan para que resuelva situaciones “imposibles”, pero estos rituales -la mayoría de veces- implican sacrificios con sangre animal, como mínimo, o humana, argumenta.