Unas cien personas caminaron junto a los familiares de Carmen Bejarano, la tarde de este martes 23 de agosto de 2022, cuando llevaron su cadáver desde la casa de su mamá, en la ciudadela Xavier Marcos, hasta el cementerio general del cantón Naranjito, provincia del Guayas.

Como estaba previsto, a las 13:00 iniciaron la caminata, pero en el trayecto, el grupo tomó un rumbo diferente. “Llevémosle a su casita, por última vez donde vivió”, dijo una de joven, con su rostro hinchado de tanto llorar.

Los cuatro hombres que cargaban el cofre en sus hombros, dieron la vuelta y caminaron tres cuadras, hacia la villa de color verde donde se cometió el crimen de la joven de 21 años, la madrugada del domingo 21 de agosto de 2022.

La vivienda estaba con candado. El ataúd fue ubicado en el portal por tres minutos, tiempo  en que un grupo de mujeres se acercó a llorar sobre el vidrio que protegía los restos de Carmita. La joven que fue asesinada con 11 puñaladas y un golpe en la cabeza con una tarraja una herramienta.

“De aquí nos vamos directo al cementerio. Les agradezco a quienes nos quieren acompañar”, dijo Luis Carrillo, padrino de la víctima.

Luis Tierra, abuelo materno de Carmen, no dejaba de llorar. Desde el domingo en que se conoció del suceso, ha sido uno de los más afectados con este presunto parricidio.

En medio de gritos y lamentaciones, familiares y amigos dieron el último adiós a Carmen Bejarano, mientras que su padre y supuesto atacante, Luis Bejarano guarda prisión por orden del  juez de Garantías Penales, Alfredo Olingi León, quien acogió el pedido de Fiscalía y giró la boleta  de encarcelamiento y dispuso su traslado a la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil. La instrucción fiscal terminará en treinta días.