Varias horas después del crimen que estremeció a parte de la población guayaca, la Policía aún no tiene una hipótesis sobre por qué habrían asesinado a Javier Rosero, presidente del Comité de los Ceibos en la mañana de este 13 de enero. 

"Hasta el momento no tenemos ningún indicio de cuál fue la motivación de la muerte violenta. Nosotros lo conocíamos (a Rosero) como una persona muy colaboradora con la sociedad, con la ciudadanía", expresó el teniente coronel Chirstian Meléndez Cabezas, jefe del distrito Ceibos.

Rosero, de 52 años, era el presidente del Comité de los Ceibos, en el norte de Guayaquil. Según el Teniente Coronel, se levantaron ocho indicios balísticos en la escena del crimen entre la camioneta en la que iba la víctima y el sector. 

Al momento del ataque iba acompañado de su esposa en un carro particular. Cuando avanzaban en frente del colegio Xavier fueron alcanzados por una moto color roja, en la cual iban dos personas. Uno de ellos se bajó del vehículo y disparó en contra de Rosero. 

Su esposa se encargó de llamar al ECU911, quienes llegaron al lugar de los hechos. "Por la demora de la ambulancia, la familia y nosotros tuvimos que trasladarlo al Interhospital de los Ceibos, donde los doctores comprobaron su deceso", aseguró el policía. 

Sobre su cargo como presidente del Comité de los Ceibos, Meléndez expresó que trabajaba en conjunto con la Policía en la toma de decisiones del barrio en cuanto a infraestructura y seguridad, sin embargo, resaltó que "nunca fue un enfrentamiento frontal con las bandas organizadas. Aquí no suelen haber delitos de ese tipo, pero no se descarta cualquier hipótesis". 

Con respecto a este tema, EXTRA conoció por cuenta de un amigo de la víctima que Rosero estaba en una lucha constante con los delincuentes que se estaban apoderando del sector. "Habían jurado vengarse y lo cumplieron. Era un hombre correcto y trabajador, nos conocemos desde hace años y crecimos en este sector", dijo. 

Finalmente, desde la Policía aseguraron que en ese punto donde se registró el ataque hay una cámara y que las unidades investigativas tienen las imágenes para las respectivas labores.