La casa del solar 18, en la cooperativa Dignidad Popular, sur de Guayaquil, encierra un misterio. Adentro, una adolescente fue asesinada, pero no queda clara la razón. También inquieta saber que allí, al parecer, se hacían rituales oscuros.

El asesinato ocurrió pasadas las 16:00 del lunes 11 de julio. El sospechoso es la pareja de la menor de 16 años, quien fue detenido minutos después por los policías que llegaron al sitio para investigar la muerte violenta.

Los habitantes del sector, conocido como Las Malvinas, notaron que algo malo había pasado y avisaron a la Policía. Primero, escucharon una discusión entre el individuo y la muchacha. Después oyeron disparos.

Al ingresar al inmueble, los uniformados vieron el cadáver de la menor con heridas de bala en tres áreas: en la región occipital, la región frontal izquierda y la pierna derecha.

Los agentes recababan los indicios y, desde atrás de la zona acordonada alrededor del domicilio, los vecinos observaban conmocionados. Pero la actitud de una mujer llamó la atención de los curiosos.

Ella lloraba y luego empezó a decir que sabía quién estaba implicado en el crimen. No pasó mucho tiempo y los uniformados tomaron contacto con la mujer. Se marcharon del sitio guiados por esta persona y regresaron con un hombre.

El individuo mantenía una relación sentimental con la víctima. De acuerdo a las investigaciones preliminares, él habría disparado contra la adolescente y por ese motivo fue detenido.

“Eran pareja, vivían con un infante y vinieron a vivir al sector hace poco. La gente desconoce sus identidades”, dijo el coronel Fausto Miño Valencia, jefe policial del distrito Esteros. Acotó que se podría tratar de un femicidio, pero eso se comprobará posteriormente.

DROGA, BULLA Y LA SANTA MUERTE

Aunque el crimen es el hecho principal dentro de esa casa, hay más detalles importantes dentro de las investigaciones y que, incluso, podrían implicar que ahí se cometieron otros delitos.

El primero es que por la presencia constante de varias personas, quienes producían escándalos desde el interior, el sitio pudo usarse como una “discoteca clandestina”, explicó el coronel Miño.

Adicionalmente, dentro encontraron droga, al parecer cocaína, y una balanza. El alcaloide se hallaba en una mesa y junto a la sustancia había un naipe, objeto comúnmente utilizado para armar ordenadamente las porciones.

Finalmente se encontró una imagen de la Santa Muerte, a quien recurren criminales para pedir protección o impunidad.