Sus días inician de rodillas junto a su cama, con oraciones, y el viernes (6 de mayo de 2022) no fue la excepción. Pero hubo algo que cambió su rutina y alteró su tranquilidad: un estallido que retumbó en la barriada a las 06:30, justo cuando empezaba a beber agua de una taza.

Jesús Rodríguez, la propietaria de una casa de alquiler, se preocupó, pues desconocía el origen de una explosión que catalogó como “horrible”. En ese momento no sabía que el estallido provenía de un apartamento en el segundo piso alto de su edificación.

Por eso, desesperada, buscaba las llaves para salir de su vivienda, mientras escuchaba gritos de auxilio de parte de sus vecinos. Todo era confusión. Todos pedían ayuda.

Una vez fuera, Rodríguez descubrió que las víctimas principales habían sido los Cevallos Zambrano, sus inquilinos.

Este percance se registró en la cooperativa 12 de Octubre, del sector Mapasingue Oeste, en el norte de Guayaquil.

Los lugareños, desconcertados, llamaron al Servicio Integrado de Seguridad ECU-911 para que enviaran bomberos y paramédicos, pues sus vecinos habían sido afectados por la onda expansiva y el fuego que se generaron tras el estruendo.

Media hora después, llegaron las primeras unidades de emergencia para atender a las víctimas, identificadas como Emma Zambrano, Jefferson Cevallos y sus hijos, una adolescente de 14 años y un niño de cuatro, según contaron los lugareños.

Los primeros en ser atendidos, por su gravedad, fueron los varones. Incluso, tuvieron prioridad al momento de la llegada de las ambulancias que los trasladarían a diferentes hospitales de la localidad.

Por eso, la madre y la adolescente se quedaron en los exteriores del inmueble, en espera de que llegara una segunda unidad especializada para su traslado. A simple vista, se podía notar que las lesiones de las mujeres afectaban la mayor parte de sus cuerpos.

Sin embargo, se desconocía el grado de las quemaduras, porque eso se determinaría luego de las evaluaciones médicas, comentó de manera extraoficial uno de los peritos que acudieron a la escena.

El especialista añadió que se presumía que el percance se produjo a causa de una acumulación de gas. Eso coincidía con lo que comentaban algunos vecinos, quienes conversaban que, al parecer, el detonante fue el fuego que Emma utilizó para encender la cocina para preparar el desayuno.

En el sitio, algunas personas que se identificaron como parientes de las víctimas ante los bomberos, se embarcaron en las ambulancias y acompañaron a los perjudicados, sin dar declaraciones.

Los vecinos mencionaron que desconocían si en la zona tenían otros familiares, porque ellos eran inquilinos y supuestamente no tenían más de un año habitando en el sector.

‘Voló’ la pared

La explosión no solo ocasionó daños en el apartamento que alquilaba la familia Cevallos Zambrano, sino también en una vivienda aledaña, pues la onda expansiva logró tumbar dos paredes contiguas y llevó los escombros hasta la cama donde descansaba un niño de dos años.

Cirilo Figueroa, dueño de ese inmueble, mostró los daños y comentó que era un milagro que el pequeño haya sobrevivido, pues la cantidad de cemento que invadió la habitación podía haber acabado con la vida de cualquier persona.

El hombre, quien además dijo ser pariente del infante, contó que el perjudicado sufrió lesiones en el cráneo y que por eso fue llevado de urgencia por sus familiares a un centro médico.

Figueroa explicó que no pidieron ayuda a los bomberos que llegaron para atender la emergencia porque notaron que en la casa de sus vecinos había más víctimas. “Por eso se decidió llevarlo directamente a que lo atiendan los médicos, porque temíamos que se agrave su situación”, señaló.

El hombre mostró también algunos daños que sufrieron las tuberías que estaban entre las dos casas, pues algunas se habían averiado y él ni siquiera lo había notado. Ese daño fue descubierto por peritos del Cuerpo de Bomberos, quienes al conocer que hubo una segunda casa afectada se acercaron para obtener más detalles de parte de su propietario.

Ayuda

Los dueños de las dos casas indicaron que no cuentan con los recursos para arreglar los daños que sufrieron. Si alguien desea colaborar con ellos, puede contactarlos a los teléfonos 0988146011, de Jesús Rodríguez, y 0990230776, de Cirilo Figueroa.

Puerta y escombros salieron proyectados

El estallido provocó que una puerta saliera proyectada más de 20 de metros y terminara en la entrada de un garaje, al otro lado de la calle.

Pero no fue lo único que ‘voló’ hacia otras casas, pues algunos escombros llegaron también hasta los techos de otras edificaciones que están al frente del apartamento de la familia Cevallos Zambrano.

Desde los balcones, algunos vecinos observaban los pedazos de cemento y papeles esparcidos sobre las casas de sus vecinos. Algunos lugareños mencionaron que algunas hojas de papel corresponderían a los cuadernos que la adolescente utiliza para sus estudios.

Jesús Rodríguez, dueña de la casa con mayor afectación, dijo que por el temor que le provocó la explosión no había revisado si en su vivienda, ubicada sobre el apartamento afectado, también se produjeron daños.