Desconsolada y apoyada sobre el muro de una casa, una mujer observaba el cuerpo de su hijo, Luis Antonio Castro Angulo, de 27 años, a quien acababan de ‘pegarle’ 14 tiros a pocos metros de su vivienda, en la cooperativa Batalla de Tarqui, del Guasmo, en el sur de Guayaquil.

El hecho se registró cerca de las 09:30 del miércoles 27 de abril y, en las estadísticas, fue la muerte violenta 1.277 a nivel nacional hasta ese día, en 2022, según reveló una fuente policial. Eso significa que, en lo que va del año -en promedio- una docena de personas es asesinada al día en Ecuador, lo que equivale a un caso cada dos horas.

En comparación a 2021, tomando como referencia el mismo lapso, existe un incremento del 89 % en las muertes violentas: 602 hechos más, de acuerdo a las cifras oficiales, a las que Diario EXTRA tuvo acceso.

Para los deudos de Castro Angulo los datos estadísticos eran irrelevantes. Ellos querían justicia por la muerte de su familiar, aunque al inicio negaran su colaboración a los investigadores. Una allegada, bajo reserva, comentó que el joven trabajaba como ayudante de albañiles de vez en cuando, que no tenía un trabajo fijo y que, al parecer, no tenía problemas con otras personas.

Ella pedía que se hiciera justicia y que se investigara quién lo mató. Una de las últimas cosas que recordarían los parientes es que la víctima habría recibido una llamada antes de salir de casa. Sin embargo, los policías no dieron declaraciones ni confirmaron esa información.

Bajo reserva, un lugareño comentó que los asesinos podrían ser sicarios que habitan cerca del sector, porque el lugar donde ocurrió el crimen es un callejón rodeado de caminos que, en su mayoría, conectan con un mismo sitio, lo que dificulta movilizarse -sin perderse- a alguien que no es de la barriada.

Además, los criminales escondieron la moto que utilizaron para el asesinato a la vuelta del lugar de los hechos. Una fuente policial mencionó que para recuperar el vehículo tuvo que ir alguien de la zona, porque con los investigadores no querían hablar.

Castro Angulo registraba una detención en 2020, por tenencia ilegal de armas, se detalla en un informe preliminar de la indagación.

‘Zumbó’ el plomo

Antes del asesinato de Luis Antonio hubo otras muertes violentas en Guayaquil, entre la noche del martes y la madrugada siguiente. En Monte Sinaí, en el noroeste, un joven identificado como Joffre Mazamba, de 22 años, fue asesinado por individuos que se movilizaban en una motocicleta.

En el mismo sector, un adolescente, de 17 años, fue baleado y tras ser llevado a un hospital cercano, murió.

Luego, en las calles 19 y la K, del suburbio, tres personas fueron atacadas a balazos por unos sujetos que circulaban en una camioneta. Dos víctimas fallecieron.

Estos sucesos hacen parte de los 448 asesinatos ocurridos en este año en la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón, considerada por las autoridades -basadas en las estadísticas- como la jurisdicción más violenta del país.