“Nos quedamos solo con la ropa que tenemos puesta. No sabemos por qué tanta maldad de la gente”, decía entre lágrimas Ginger Juncay, mientras recorría entre los restos de sus enseres que se quemaron en un incendio que habría sido provocado por sujetos que lanzaron una bomba molotov a su vivienda, en Machala, provincia de El Oro.

La pesadilla para la familia de Ginger empezó a las 16:00 de miércoles 19 de abril de 2023, cuando unos sujetos llegaron a la calle Décima tercera Oeste y avenida 25 de Junio y lanzaron una primera advertencia a su casa. Afortunadamente, su esposo logró apagar el fuego.

Luego, a las 18:00, volvieron a lanzarles una botella con gasolina. Las familias lograron salir, llamaron a los bomberos, quienes apagaron el conato de incendio en la puerta principal de la vivienda.

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Al parecer, los delincuentes no descansaron hasta ver quemada la morada de Ginger. Cerca de las 22:00, cuando la familia salió para ir a dormir al domicilio de un familiar, la gente empezó a gritar: “¡incendio, incendio!”, la mujer corrió a ver qué pasaba. “¡Es mi casa, se quema!”, gritó.

Intentaron sacar algunos enseres, pero fue demasiado tarde, el fuego consumió rápidamente la madera y la de dos casas aledañas. Estas familias también perdieron gran parte de sus pertenencias.

Según Xavier Astudillo, jefe del Cuerpo de Bomberos de Machala, llegaron a los 5 minutos después de recibir la alerta.

Para Astudillo el incendio fue provocado, pues confirmó que a las 18:00 tuvieron una alerta de conato en la misma vivienda y el problema se controló a tiempo.

“Ahora regresamos acá, moradores dicen que llegó un sujeto y lanzó una botella con gasolina y luego se dio el incendio”, manifestó.

La familia de Ginger siente miedo. Pese a que no saben el por qué incendiaron su casa, temen que atenten contra algún familiar.

“No sabemos el por qué, no hemos recibido amenazas, mi esposo es un hombre trabajador, no tengo enemigos”, agregó.

Manuel González, quien es otro de los afectados, indicó que desconocen las causas de este atentado y que no tienen enemigos.

Los uniformados revisaban los videos de cámaras de seguridad para poder identificar a los causantes e investigan si se trata de una venganza o de ‘vacunas’ extorsivas. Un frasco se encontró cerca del lugar.

La mujer ahora pide ayuda para su familia, especialmente sus hijas de 11 y 4 años, a quienes se les quemaron los uniformes que habían comprado para el inicio de clases.

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