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Esta es la casa en la que habitaba Jackson Castillo. Solo un cerco la separa de la vivienda donde fueron asesinadas las niñas.Amelia Andrade

Lo 'sentenciaron' a muerte tras el asesinato de dos niñas

Guayaquil: El fiscal Michael Uribe informó que aún se indagan los casos y que la hipótesis de que tengan relación es algo que “no se puede asegurar”.

Jackson Castillo recibió una ‘sentencia’ a muerte tras el asesinato de dos niñas, de 4 y 7 años, que habitaban junto a su casa. El individuo fue ejecutado a tiros en un cerro cercano a su barriada, en la cooperativa Janeth Toral, del noroeste de Guayaquil.

Para los lugareños, él fue quien atacó y degolló a las pequeñas la mañana del viernes 25 de noviembre de 2022, entre las 06:30 y 07:00, cuando la mamá había salido con su hija mayor, de unos 9 años, para llevarla a la escuela, en la cooperativa Balerio Estacio.

Esa ‘deducción’ de los residentes se esparció de inmediato y en cuestión de minutos los moradores ya tenían ‘identificado’ al presunto culpable. En horas de la tarde, otra noticia llegó: a Jackson lo habían encontrado muerto en la cima de una loma, por disparos posiblemente realizados con diferentes armas de fuego.

Los restos de Jackson Castillo fueron llevados al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses.Álex Lima

Así lo detalló el fiscal Michael Uribe, quien acudió al sitio del suceso. Al ser consultado si el crimen cometido en contra de las niñas se relacionaba con Castillo, él respondió que “es algo que se ha mencionado, pero no se puede asegurar nada”.

Además, luego de conocerse que en la escena de la muerte del ‘sospechoso’ sus ‘verdugos’ habían dejado un papel con un texto que supuestamente señalaba que era un acto de ‘justicia’ por mano propia, el funcionario sostuvo que “por la investigación no se puede revelar el contenido”.

Entonces, si la Fiscalía no confirmó el vínculo entre Jackson Castillo y el crimen de las niñas, ¿qué llevó a los lugareños a ‘determinar’ que él fue el asesino?

Un vecino comentó que no fue solo por el hecho de que vivía al lado y porque tenía una puerta posterior por la que pudo cruzar sin ser notado, sino porque hace algún tiempo -no precisó cuánto- él presuntamente retuvo a dos consumidoras de drogas en su pequeño inmueble. Supuestamente, las tenía atadas y moradores habrían intervenido para liberarlas.

Además, los lugareños comentaron que sabían que tenía antecedentes penales y que según les habría contado un excompañero de la prisión, él tuvo problemas por agresiones sexuales en el interior del centro carcelario.

Sin embargo, en los archivos de la Función Judicial no se observa alguna investigación por ese tipo de infracción, aunque sí aparecen once procesos por otros delitos, como asesinatos, robo, abuso y tenencia de armas y, finalmente, por tráfico de sustancias estupefacientes.

En uno de los expedientes en su contra, un compañero de celda describe a Jackson como alguien tranquilo, pero que “cuando se droga es violento”. Incluso, hay una confesión de cómo estranguló a otro reo, porque supuestamente le robaba alimentos.

En los tribunales, Jackson Castillo ya no podrá ser juzgado por el crimen de las pequeñas. Tampoco se conocerá su versión. Como decían algunos lugareños, “solo le quedará rendir cuentas con el Creador”. (SCM)