El féretro de Anthony Muñoz estaba cubierto con una bandera de la barra de Liga de Quito. Al pie del cofre mortuorio estaba su fotografía y alrededor se dispersaban los arreglos florales.

Este 9 de enero se realizaron las honras fúnebres de este hincha albo en el norte de la capital. Muñoz, de 24 años, fue asesinado a puñaladas durante una riña con miembros de otra barra rival. Sucedió en Atucucho, norte de la urbe, el pasado 7 de enero.

“Lo que espero es que se reúnan todas las pruebas necesarias para que el implicado se quede detenido según lo que determine la ley”, exigía Jorge Muñoz, padre del acuchillado. Él se refería a Francisco Rivera, el único aprehendido en el caso y quien se encuentra actualmente con prisión preventiva de 30 días por homicidio.

A decir de Jorge, la defensa de Rivera pedía que no se lo enviara a la cárcel para no vulnerar sus derechos, sin embargo, el juez de la causa acogió el pedido de la Fiscalía. “Que esto no quede impune”, pidió.

Pronunciamiento

Los amigos de Anthony acompañaron a los parientes en este momento de dolor. Incluso encendieron hasta bengalas como si estuvieran en un cotejo del equipo que la víctima tanto quiso.

Por ello, la barra de Liga llamada Muerte Blanca envió un comunicado en el que se responsabilizaba del ataque a miembros de La Marea Roja, seguidores del equipo El Nacional.

Ante las acusaciones, el grupo aludido también emitió un boletín en el que enfatizaba que el crimen fue un hecho aislado. Además que se dio en circunstancias ajenas a las actividades oficiales de la barra y que fueron externas a un encuentro deportivo.

“Resaltamos que no tenemos vínculo alguno con los hechos. Es completamente injusto con nuestro proceso de pacificación y reversión de antivalores el que se pretende opacar el trabajo realizado, vinculándonos con acusaciones sin pies ni cabeza”, rezaba en el escrito.

Para hoy estaba previsto el sepelio del chico.