A Wilson Rivera, de 57 años, no lo conocen por su nombre de pila en Pascuales, sino por sus tres sobrenombres: Viejito, Cuchucho o Bájame la Piedra. El vendedor de jarabes y preparados naturales se ha ganado esa fama en la parroquia urbana por los resultados “exitosos” de sus remedios, como devolver la potencia sexual a sus clientes y evacuar los cálculos renales. “Yo garantizo mi trabajo”, dice con orgullo.

(Te invitamos a leer: Ruta Centro Guayaquil: Inauguración de la Peatonalización en calle Panamá 2025)

Rivera cuenta que desde hace 13 años se dedica a elaborar y vender sus menjurjes a base de plantas, pero solo desde hace ocho se ubica en este sector del norte de la ciudad, luego de que una colaboradora se le ‘cruceteó’ en su antigua zona de trabajo. Wilson desde las 08:00 hasta las 19:00 pone en práctica lo que aprendió en Piura (Perú) sobre naturología y lo que, poco a poco, ha conocido autoeducándose. “Me gusta mucho leer y primero, antes de venderlo, probarlo para ver si sirve”, asegura.

Pero su remedio estrella, según cuenta, se promociona ‘solito’. “El más vendido es el potenciador sexual, que ofrezco a tres precios. Uno de dos dólares, otro de tres dólares y el más fuerte de cinco dólares. De esos tres, solo le puedo dar el nombre del último: el ‘rompecondón’”, menciona entre risas.Wilson dice que entre los ingredientes secretos está un extracto del miembro viril del cuchucho (mamífero carnívoro), al que debe uno de sus apodos. 

“El pene del animal (también conocido como coatí amazónico) se raspa y se hace un jarabe espeso junto con frutas y otras cosas más que no se pueden revelar. Este me lo vienen a pedir un montón de gente, incluso mujeres”, expresa con picardía. 

¿Quiénes piden el remedio para potencia sexual?

Una de las anécdotas que no olvida es cuando una mujer se le acercó y no quería mencionarle para qué lo buscaba. “Ella solo hacía gestos como hacia sus partes íntimas y yo le dije que no tuviera vergüenza, que si quería algo para la inflamación de vías urinarias; pero resultó que quería algo para la potencia (sexual), su esposo es trailero y llegaría al siguiente día. Lo chistoso es que hasta ahora es mi clienta”. 

Como lo explicó desde el inicio, no es el único remedio que tiene en stock. Dos grandes recipientes en su carreta, ambos de vidrio y con pedazos de legumbres y frutas en su interior, llaman la atención de cualquiera que vea de lejos. “Estos son para la memoria y para el sistema inmune. Aquí tenemos para todo y de todo precio”, insiste. Cuchucho recorre la parroquia todos los días en busca de nuevos clientes. “Todos son bienvenidos”, concluye.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!