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Farándula
Así fueron los últimos minutos de vida de Miguel Cedeño
Su panita Silvana Torres estuvo con él agarrando sus manos y orando. Dice que nunca olvidará la hora en la que el corazón de la Cerecita del pastel se detuvo: 00:28.
Vio a su amigo partir de este mundo. La reportera Silvana Torres fue la última persona que agarró la mano de su panita y presentador Miguel Cedeño antes de que muriera. Escuchar que el ritmo cardíaco de la Cerecita del pastel, como lo llamaban, iba apagándose es algo que no podrá olvidar.
Sus manos estaban frías, pero no le importó, las sostuvo y rezó por el alma de su compañero de casi 7 años. Él perdió la batalla contra el cáncer linfático (linfoma de Hodgkin) -con el que batalló por siete meses- a las 00:28.
“Llegué, lo toqué y oré. Terminó mi oración y comenzó a bajar su ritmo cardíaco y la máquina pitó. Miguel se nos fue. Me llevo la satisfacción de que supo que estuve hasta el final con él”, mencionó.
No se hubiera perdonado no llegar a tiempo, incluso piensa que Miguel la estaba esperando, ya que sus compañeros del programa ‘De Boca en Boca’: Lissette Cedeño, Cynthia Naveda, Emilio Pinargote y el productor Marlon Acosta, ya se habían despedido.
UN GESTO DE AMOR
Hace una semana, Silvana perdió a su suegro, producto del cáncer, por eso el ‘golpe’ que recibió por la partida de Cedeño es aún más doloroso.
“Recuerdo que el 3 de junio vino para presentar su segmento ‘Guerreros de vida’, estaba muy nervioso y era raro porque él no era así, pero me decía que era su regreso a la televisión.
Desde el día anterior estaba preocupado por el traje que utilizaría, de cómo se vería. Era regio y le gustaba verse siempre bien. Era como un niño soñador”, añadió la reportera.
Mientras recordaba aquel día vino a la cabeza un gesto de amor que hizo por Miguel. Él quería ir al concierto de Karol G, entonces se mandó a confeccionar una camiseta de la artista.
Terminando el programa, ella, Marlon y Miguel se disponían a ir, pero antes Silvana le sacó su traje palo de rosa, enseguida le puso la camiseta y sus zapatos.
Ella lo vistió porque él no podía mover su brazo derecho, producto de la enfermedad.
“Le cambié, le puse sus medias, y lo dejé muy bonito. Notamos que estaba cansado y su semblante no estaba bien, entonces optamos porque no fuera”, contó.