El panelista de farándula Alfonso ‘Poncho’ Quintero reconoce que hace unos meses decidió bajarle la intensidad a la ‘chupa’ e ir con más calma. Cuenta que a los 16 años fue su primera borrachera, la que define como terrible y para el olvido, porque después del gusto se pasó horas en el baño, devolviendo todo lo tomado. En el camino aprendió que los amigos de tragos no son auténticos ‘panas’, por eso ahora se echa unos traguitos únicamente en familia.

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Terrible. Tenía 16 años y con mi hermana mayor nos escapamos a tomar unos vinos que le habían regalado al novio de ella. No supimos si estaban caducados o adulterados, pero a las dos de la mañana me moría devolviendo todo en el servicio, parecía una regadera, hablaba solo y hasta me caí de la cama.

Más que una canción, a mí me gusta el vallenato porque soy colombiano, y un intérprete, Diómedes Díaz. Sean canciones de tristeza, despecho, alegría, baile, las disfruto siempre que me tomo unos aguardientes en mi casa, con mi esposa o con mi familia.

Lo mejor es no beber. Después de bastantes años en los que pequé bebiendo en exceso, desde hace unos meses decidí tener una vida más sana, hacer ejercicios, dedicarme más a mi familia... Siempre es bueno un traguito, pero en familia.

Los amigos de ‘chupa’ no son amigos, son aprovechados y personas que en el momento de la alegría están, pero cuando los necesitas solo la familia estará ahí. Por eso, preferible es no tomar. Y si se toman un licor, que sea con responsabilidad y en familia.

Sería un aguardiente antioqueño: concentrado, directo y frío. O también un tequila, porque a mí hay que tomarme de golpe y sin pensarlo.

Tanto como bochornoso, no, porque no soy ni agresivo, ni cansón, ni ‘mala juma’. Me pongo muy alegre. Soy humorista de radio y televisión, en eso trabajé por algunos años, y siempre me da por contar chistes, echar historias y hacer reír a la gente porque tengo esa habilidad. Con unos traguitos encima se me agudiza ese don, entonces soy un fiestero muy agradable.

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